En "La continuidad babilónica de la iglesia", Martín Lutero ofrece una crítica penetrante y detallada de la Iglesia Medieval, argumentando que esta había desviado considerablemente de las enseñanzas y prácticas originales de la cristiandad primitiva. Publicado originalmente en 1520, este ensayo de 132 páginas no solo explora las fallas teológicas y estructurales de la Iglesia de su tiempo, sino que también propone un regreso a la pureza doctrinal y espiritual encontrada en los textos sagrados.
Lutero, un teólogo y filósofo que jugó un papel crucial en la Reforma protestante, inicia su argumentación destacando las similitudes entre la opulencia y el poder secular de Babilonia y la Iglesia Católica de la Edad Media. El autor sostiene que, al igual que Babilonia, la Iglesia se había corrompido con la riqueza y el poder, alejándose de sus raíces espirituales y bíblicas. Este paralelismo sirve como una poderosa metáfora para exhortar a un cambio radical en las prácticas eclesiásticas contemporáneas.
Lutero utiliza una variedad de fuentes bíblicas para fundamentar sus críticas y reformas propuestas, resaltando cómo los líderes eclesiásticos habían interpretado erróneamente las escrituras para justificar la acumulación de poder y riqueza. Al hacerlo, él no solo desafía la autoridad de la Iglesia sino que también invita a los fieles a buscar una comprensión más directa y personal de las escrituras, libre de la mediación clerical que, según él, distorsionaba el mensaje original de Cristo.
El libro se convierte en un llamado a la acción para que los creyentes adopten una fe más auténtica y basada en las escrituras, un tema que resonaría profundamente y daría forma a los futuros desarrollos del protestantismo. Además, Lutero discute el papel de los sacramentos, la justificación por la fe y la autoridad de la iglesia, proponiendo una estructura eclesiástica más simplificada y centrada en la comunidad.
"La continuidad babilónica de la iglesia" es, por tanto, fundamental no solo como una pieza histórica de la teología, sino también como un documento que captura el inicio de una de las transformaciones más significativas en la historia del cristianismo occidental. Las ideas de Lutero presentadas en este texto continuarían inspirando el luteranismo y moldeando el curso del cristianismo europeo en los siglos venideros.