En "La duquesa" de Danielle Steel, la joven Angélique Latham se enfrenta a un destino inesperado y desafiante tras perder a su amado padre, el duque de Westerfield. Criada en el imponente castillo de Belgrave, Angélique siempre pudo contar con el amor y la protección de su padre, pero su mundo se derrumba con su muerte. A sus dieciocho años, se encuentra desheredada y traicionada por sus hermanastros, quienes la expulsan sin piedad, dejándola sin hogar ni recursos.
Dotada de inteligencia y una belleza notable, Angélique intenta rehacer su vida como niñera para una familia burguesa. Sin embargo, un desafortunado malentendido la obliga a abandonar este refugio temporal, dejándola nuevamente en la calle. Sin opciones en Inglaterra, decide partir hacia París en busca de un nuevo comienzo.
En la vibrante ciudad francesa, el azar la lleva a rescatar a una joven de una situación peligrosa, un acto que se convierte en la clave de su futuro. Angélique se embarca en un negocio audaz que desafía las convenciones sociales de su tiempo, situándose al borde del escándalo. La hija del duque, que no lo es realmente, encuentra en este insólito emprendimiento una forma de independencia y redención personal.
La novela despliega una narrativa que va creciendo en intensidad, sumergiendo al lector en las luchas de Angélique por recuperar su dignidad y forjar una nueva vida lejos de las sombras de su pasado. Con un trasfondo histórico y romántico, Steel critica de manera incisiva la sociedad británica del siglo XIX, donde las mujeres eran relegadas al segundo plano en cuestiones de herencia y poder. A través de la resiliencia de Angélique, la autora celebra la fortaleza femenina y la capacidad de superar adversidades aparentemente insuperables.
"La duquesa" es un relato de traición, valentía e invencibilidad, que cautiva con su autenticidad y profundidad emocional. Danielle Steel, con su estilo inconfundible, nos ofrece una historia apasionante, un recordatorio de que incluso en los momentos más oscuros, la luz de la esperanza y el coraje nunca se apaga.