La edad de oro, escrita por el destacado intelectual y revolucionario cubano José Martí, es una obra clásica de la literatura infantil de América Latina que conserva su relevancia y belleza más de un siglo después de su primera publicación. Concebida originalmente como una revista mensual, esta colección de textos fue publicada en Nueva York entre julio y octubre de 1889, durante el exilio de Martí. Aunque solo se emitieron cuatro números debido a diferencias ideológicas con el editor, estas ediciones se consolidaron como un tesoro literario para niños y adultos por igual.
El propósito de La edad de oro era doble: entretener e instruir a los niños de América, mostrándoles tanto la historia como los logros contemporáneos de su tiempo en una variedad de campos. Martí incluyó cuentos, ensayos y poemas que abarcaban desde explicaciones científicas sobre fenómenos naturales hasta relatos heroicos y adaptaciones de obras literarias clásicas. Cada número estaba enriquecido con ilustraciones y grabados detallados, seleccionados meticulosamente por Martí de publicaciones internacionales, principalmente francesas.
En su nota introductoria, Martí expresa su visión de la educación y el desarrollo infantil: desea que los niños de América crezcan para ser hombres que expresen sus pensamientos clara y elocuentemente. Este ideal se refleja en la diversidad y profundidad de los temas tratados en la revista, desde análisis de inventos como la máquina de vapor y la electricidad hasta exploraciones de las grandes obras literarias y batallas históricas de la humanidad. A través de este enfoque, Martí buscaba fomentar la curiosidad, el conocimiento y los valores universales en los jóvenes lectores.
Después de su publicación inicial en forma de revista, los cuatro números de La edad de oro fueron compilados en un solo volumen por primera vez en Costa Rica en 1921. Desde entonces, el libro ha sido reeditado innumerables veces, consolidándose como una pieza fundamental del canon literario cubano y latinoamericano. Gracias a su lenguaje accesible y sus temas atemporales, sigue siendo una obra esencial en la educación y en la formación de valores en la juventud del continente.
En definitiva, La edad de oro no solo es un testimonio del compromiso de José Martí con la causa de la educación y la independencia cultural de América Latina, sino también una invitación perenne a los jóvenes a entender y mejorar el mundo en que viven.