En "La estrategia del agua", Lorenzo Silva nos sumerge una vez más en el mundo del teniente Bevilacqua y su compañera, la sargento Chamorro, en una trama que desentraña los oscuros recovecos de un aparente crimen por ajuste de cuentas. Basada en un suceso real, la novela arranca con el asesinato de Óscar Santacruz, un informático que es encontrado muerto en su garaje con dos disparos en la cabeza, en una situación que inicialmente parece vinculada al tráfico de drogas.
Óscar, quien en el pasado fue detenido con droga pero absuelto, lleva una vida aparentemente normal, con un buen empleo y alejado de cualquier actividad criminal. Sin embargo, su muerte no es un caso más para Bevilacqua, quien atraviesa un periodo complicado en su vida profesional después de ver cómo un culpable es absuelto por un juez, pese a los esfuerzos por probar su culpabilidad. Este nuevo caso, asignado por el teniente coronel Pereira, parece inicialmente rutinario, pero pronto revela complejidades que despiertan el interés del investigador.
La investigación se complica al descubrir que la víctima estaba en medio de una batalla legal por la custodia de su hijo con su exesposa, quien había presentado una denuncia falsa de malos tratos. Bevilacqua, identificándose con Santacruz por su situación personal similar – ambos son hombres de más de cuarenta años, divorciados y luchando por mantener una relación con sus hijos –, se sumerge en el caso con un compromiso personal. Lo que empieza como un caso de homicidio pronto se convierte en una exploración de las verdaderas motivaciones detrás del crimen, revelando las capas de las relaciones humanas y los extremos a los que pueden llegar las personas en situaciones de desesperación.
"La estrategia del agua" no solo es un thriller judicial que mantiene al lector en vilo, sino también un estudio sobre las profundidades de la psique humana y las complicadas dinámicas familiares. Silva, con su característico estilo narrativo que combina tensión y reflexión, construye una historia que cuestiona las apariencias y muestra cómo las decisiones personales pueden desencadenar consecuencias fatales. A través de esta obra, Lorenzo Silva confirma su maestría en el género de novela negra, ofreciendo una historia que es tanto un entretenimiento como una provocación a la reflexión sobre la justicia y la moralidad.
