En "La estructura ausente", Umberto Eco continúa su exploración de los sistemas de signos y la semiótica, temas que ya había abordado en obras anteriores como "Obra abierta" y "Apocalípticos e integrados". En este libro, Eco profundiza en su análisis de los lenguajes y los códigos, buscando desentrañar las estructuras subyacentes que forman la base de toda comunicación cultural y social.
Eco propone una visión en la que los códigos no son simplemente herramientas para la interpretación, sino estructuras dinámicas que deben ser comprendidas en el contexto de estructuras más amplias y complejas. Este análisis lleva al lector en un viaje regresivo hacia lo que el autor describe como la "matriz originaria" de la comunicación, un punto de partida teórico donde los códigos aún no están completamente formados y desde donde toda estructura de significado comienza a tomar forma.
La obra culmina con una reflexión metafísica sobre la naturaleza de los códigos y las estructuras, proponiendo la idea de una "estructura ausente", un concepto que desafía la existencia de una metaestructura última o un "código de códigos". Este rechazo a la idea de una estructura omnipresente y definitiva es, según Eco, una conclusión inevitable en el estudio de la semiótica.
"La estructura ausente" no solo sintetiza las investigaciones previas de Eco, sino que también establece un sistema más elaborado de la cultura como forma de comunicación. Al hacerlo, Eco no solo aborda temas académicos, sino que también invita a los lectores a reconsiderar cómo interpretan y dan sentido al mundo cultural que los rodea.
Este libro es esencial no solo para estudiantes y profesionales de la semiótica, sino también para cualquier persona interesada en entender cómo las estructuras de significado influyen en nuestra percepción del mundo. Con su estilo característico, Eco combina erudición con accesibilidad, haciendo de "La estructura ausente" una obra fundamental en el campo de la semiótica y la teoría cultural.