En "La herida de la Esfinge (Capriccio romántico)", Terenci Moix nos transporta a la mágica atmósfera de Egipto en junio de 1881, a través de los ojos de un joven aristócrata inglés y una extravagante cantante de ópera. Ambos, irremediablemente enamorados de la misma enigmática mujer, experimentan el exótico país desde perspectivas radicalmente diferentes: él, sumido en la tragedia y la melancolía, y ella, en la farsa y el teatro.
Su llegada coincide con un evento sobrenatural en la gran esfinge de Gizeh, un milagro que sacude los cimientos de su realidad y desencadena una serie de eventos vertiginosos. La trama se intensifica con la aparición de nuevos personajes, cada uno aportando sus propias complicaciones y secretos, creando un entramado de misterio y aventura. A medida que viajan Nilo arriba, el protagonista se ve atrapado en un conflicto de identidad profundo, obligado a confrontar su pasado y sus fantasías en un intento de comprender su presente.
Lo que inicialmente parece ser una expedición para investigar el descubrimiento de cuarenta momias reales cerca del Valle de los Reyes, rápidamente se convierte en una exploración de las pasiones y obsesiones que dominan al ser humano. Moix, con su característica ironía y profundidad, califica a la obra como un "capriccio romántico", entrelazando el género de misterio y aventura con una reflexión más amplia sobre la naturaleza humana.
"La herida de la Esfinge" no solo es un homenaje a la rica historia y cultura de Egipto, sino también una introspección aguda sobre la melancolía y el romanticismo que a menudo acompaña a los espíritus más creativos y atormentados. A través de esta novela, Moix invita a sus lectores a perderse en un mundo donde el pasado y el presente se encuentran, donde la realidad se ve constantemente cuestionada y donde las verdades más profundas de nuestros corazones son, como la esfinge, enigmas que esperan ser descifrados.