En "La hora de las gaviotas", Ibon Martín nos sumerge en el corazón palpitante de Hondarribia, una ciudad costera vasca que se encuentra en el epicentro de un festivo y colorido desfile. Sin embargo, la celebración se ve abruptamente interrumpida por un acto de violencia atroz: una mujer es asesinada en plena calle, su sangre manchando el frío suelo de piedra. Este es solo el comienzo de una serie de crímenes que sacudirán a la comunidad.
Ane Cestero, suboficial de una unidad especial, es asignada al caso con la tarea urgente de capturar al asesino, que demuestra ser tan feroz como escurridizo. A medida que la investigación avanza, Cestero y su equipo se enfrentan a un enemigo que no solo es un maestro del disfraz, sino que también parece alimentarse del odio irracional, un sentimiento oscuro y poderoso que yace escondido en el corazón de la sociedad.
El libro se desarrolla como un thriller magnético y sinuoso, donde cada página desentraña una capa más de la complejidad humana y la capacidad de ocultar maldad bajo la superficie de lo cotidiano. Martín explora con destreza las profundidades del alma humana, utilizando el paisaje de la costa vasca no solo como fondo, sino como un personaje más que añade profundidad y tensión a la narrativa.
Además de ser un thriller emocionante, "La hora de las gaviotas" también se adentra en temas delicados y contemporáneos como el feminismo y la crítica social, aunque estos aspectos han generado opiniones divididas entre los lectores. Algunos han encontrado que el enfoque en el feminismo y los diálogos sobre temas sociales a veces desvían la atención de la trama principal y del ritmo de la novela.
A pesar de las críticas, la obra se mantiene fiel al estilo de Ibon Martín, combinando una narrativa ágil con un análisis profundo de temas culturales y sociales. "La hora de las gaviotas" promete mantener a los lectores al borde de sus asientos, ofreciendo no solo un misterio por resolver, sino también un espejo en el que mirar nuestras propias sombras.