"La hora del mar" de Carlos Sisí es una novela que desafía las expectativas del lector desde sus primeras páginas. Con un inicio inquietante, la historia se desarrolla poco antes de la noche de San Juan, cuando un fenómeno inexplicable sacude al planeta: los océanos se llenan de peces muertos, atrayendo la atención de las agencias medioambientales internacionales sin que nadie pueda ofrecer una explicación lógica.
A bordo del Vizconde de Eza, un barco de investigación de la Secretaría General de Pesca Marítima, un grupo de biólogos y geólogos se embarca hacia el Mediterráneo para investigar el fenómeno. Sin embargo, lo que descubren es mucho más aterrador de lo que podrían haber imaginado: una serie de seísmos submarinos comienzan a devastar los fondos marinos, desencadenando desastres naturales que afectan gravemente a las costas.
La trama de Sisí se despliega desde múltiples perspectivas, permitiendo al lector experimentar la invasión desde diferentes ángulos. Nos adentramos en la mente de un pescador esquizofrénico, un biólogo marino que lucha por mantener su cordura y encontrar a sus amigos, una científica que sobrevive en un campamento de refugiados, un fanático de los fenómenos extraterrestres dispuesto a todo por acercarse a sus creencias, y marines estadounidenses enfrentados a horrores que desafían sus peores pesadillas. Todos estos personajes comparten un objetivo común: sobrevivir en un mundo que se transforma ante sus ojos.
Lejos de ser una novela de terror tradicional, "La hora del mar" se sumerge en el género de la ciencia ficción, presentando una invasión de crustáceos gigantes provenientes de las profundidades abisales de los océanos. Aunque no provoca miedo en el sentido clásico, la novela mantiene al lector en constante tensión, preguntándose cómo se puede enfrentar a estas criaturas colosales.
Con giros inesperados y una narrativa que desafía las expectativas, Carlos Sisí ofrece una lectura intensa y cautivadora. "La hora del mar" no solo invita a reflexionar sobre la fragilidad de la humanidad frente a las fuerzas de la naturaleza, sino que también recuerda a los lectores que, en este mundo incierto, ningún personaje está a salvo.