"La Limpieza no Manchada" de Félix Lope de Vega es una comedia divina encargada por la Universidad de Salamanca para ser representada en el contexto de una celebración teológica y académica de gran importancia. La obra fue estrenada el 29 de octubre de 1618 en el Patio de Escuelas de la Universidad, coincidiendo con la instauración de un juramento y estatuto que defendía la Inmaculada Concepción de la Virgen María, una doctrina que había sido recientemente favorecida por el Claustro Pleno de la Universidad.
La universidad, tras adoptar formalmente la postura de que la Virgen María fue concebida sin pecado original, decidió celebrar con una serie de festividades que incluyeron actos de acción de gracias, iluminaciones, fuegos artificiales y corridas de toros. Como parte de estas celebraciones, se encargó a Lope de Vega, el dramaturgo más prominente de España en ese momento, la creación de esta obra. La pieza teatral no solo fue bien recibida por su audiencia, sino que también fue aclamada por su tono devoto y su calidad artística, lo que llevó a que se repitiera en varias ocasiones durante los días siguientes.
En "La Limpieza no Manchada", Lope de Vega explora temas de pureza, fe y devoción a través de un diálogo rico y personajes profundamente dibujados, típicos de su obra. La comedia no solo sirve como un artefacto de entretenimiento, sino que también funciona como una pieza de afirmación doctrinal y celebración religiosa. La obra fue diseñada para reafirmar la creencia en la Inmaculada Concepción de María, en un momento en que tal doctrina todavía enfrentaba cierta controversia dentro de la teología católica.
La reedición de la obra por la Librería Cervantes en 1972, con un estudio complementario del profesor Fernando Rodríguez de la Flor, ofrece un contexto valioso sobre las circunstancias históricas, académicas y teológicas que rodearon la creación de la comedia. Esta publicación no solo rescata del olvido un texto significativo de Lope de Vega, sino que también subraya la interacción entre teatro y teología en el Siglo de Oro español, destacando cómo las universidades de la época no solo eran centros de saber, sino también de producción cultural y debate doctrinal.
"La Limpieza no Manchada" es, por tanto, un testimonio de la rica tradición teatral española y su intersección con los debates religiosos y culturales de su tiempo, ofreciendo a los lectores y espectadores modernos una ventana a la complejidad de la vida y la fe en la España del siglo XVII.
