En "La llama de Focea", Lorenzo Silva nos sumerge en una trama densa y emotiva que entrelaza un crimen contemporáneo con los conflictos políticos y personales de su protagonista, el subteniente Bevilacqua. La historia comienza con el brutal asesinato de Queralt Bonmartí, una joven de Barcelona perteneciente a una familia influyente, en un paraje del Camino de Santiago. La investigación de este caso recae en Bevilacqua, quien debe desentrañar no solo el crimen, sino también las complicaciones derivadas de la conexión de la víctima con el independentismo catalán y las actividades sospechosas de su padre, Ferran Bonmartí, un ex político y empresario.
La trama nos lleva de Galicia a Barcelona, una ciudad que el subteniente conoció en su juventud y donde vivió momentos que marcaron profundamente su vida. Silva aprovecha esta vuelta al pasado para explorar y reconstruir la Barcelona de los años 90, reviviendo el ambiente de los Juegos Olímpicos y los sueños de una época que contrastan con el tumultuoso panorama de 2019, marcado por protestas y desafíos al Estado español. A través de esta dualidad temporal, el autor no solo ofrece un thriller policial, sino también una reflexión sobre el cambio, tanto personal como social.
La novela, aunque centrada en el Camino de Santiago, se desarrolla mayormente en Barcelona, proporcionando un escenario rico en cultura y conflictividad. A través de sus personajes, especialmente Bevilacqua, Silva explora temas de lealtad, identidad y la búsqueda de justicia en un contexto de agitación política. La prosa, como es habitual en Silva, es precisa y envolvente, con diálogos que capturan la esencia de los personajes y una narrativa que mantiene al lector enganchado hasta la última página.
En "La llama de Focea", Lorenzo Silva no solo continúa con su exitosa serie de Bevilacqua y Chamorro, sino que también rinde homenaje al fallecido Domingo Villar, integrando al mundo literario y real en una sola narrativa. A pesar de algunas críticas por la falta de protagonismo de Chamorro y ciertos aspectos de la trama policial, la novela es un testimonio del talento de Silva para tejer complejas historias de crimen y conflicto en el tapiz de la España contemporánea.