"La mujer del collar de terciopelo", una obra menos conocida de Alejandro Dumas incluida en su antología "Los mil y un fantasmas", teje una trama de romanticismo y misterio ambientada en la convulsa época de la Revolución francesa. Esta novela narra las peripecias de E.T.A. Hoffmann, un renombrado escritor y compositor alemán, quien, impulsado por la curiosidad y el deseo de aventura, llega a París, una ciudad en la que la belleza y el horror se entrelazan de manera inextricable.
La historia comienza cuando Charles Nodier, en su lecho de muerte, decide compartir con Dumas un episodio sorprendente de la vida de Hoffmann. Durante su estancia en París, Hoffmann se ve envuelto en una serie de eventos que rozan lo sobrenatural y lo aterrador, marcados por su encuentro con Arsène, una enigmática bailarina de la ópera adorada por muchos, incluido el poderoso Danton. Arsène, quien lleva siempre un misterioso collar de terciopelo, captura el corazón de Hoffmann, sumergiéndolo en un torbellino de pasión y peligro.
A medida que Hoffmann se adentra más en el laberinto de intrigas de Arsène, comienza a experimentar fenómenos inexplicables que lo llevan a cuestionar su propia cordura y la naturaleza de su realidad. El collar de terciopelo, más que un simple adorno, parece ser el centro de una maldición o un hechizo que altera la percepción del tiempo y el espacio, y que vincula a la bailarina con oscuras fuerzas que desafían explicación.
Dumas, maestro del drama y la tensión, construye una narrativa donde los límites entre el amor y la obsesión, la realidad y la alucinación, se difuminan. Con cada página, el lector es arrastrado hacia el abismo que rodea la figura de Arsène y su siniestro collar, hasta llegar a un clímax tan sorprendente como inquietante. La novela no solo es un retrato vívido de un período histórico turbulento, sino también un estudio sobre cómo los deseos y los miedos humanos pueden ser manipulados y transformados en herramientas de subyugación y control.
"La mujer del collar de terciopelo" es un testimonio del talento de Dumas para fusionar hechos históricos con ficción gótica, creando una obra que no solo entretiene, sino que también invita a la reflexión sobre la naturaleza del amor, el poder y la locura. Con su prosa rica y evocadora, Dumas consigue que esta historia de fantasmas sea tan palpable como cualquier episodio real de la agitada historia francesa.