"La nieve está vacía" de Benjamín Prado nos sumerge en una trama envolvente donde la vida de una enigmática mujer pende de un hilo. En el corazón de esta narrativa policíaca, tres amigos se encuentran inextricablemente vinculados a su destino: un escritor novato, un médico y un empleado de una compañía de seguros. Sin embargo, lo que inicia como una amistad se transforma en un oscuro laberinto de sospechas cuando uno de ellos se convierte en su asesino.
La novela, publicada por Punto de Lectura S.L. en 2012, es un astuto juego de espejos y mentiras, donde cada página desafía al lector a desentrañar quién cometerá el crimen y por qué. Adoptando un tono de diálogo con el lector, Prado nos guía a través de un relato que es tanto un misterio por resolver como una profunda reflexión sobre el proceso de creación literaria. La estructura de la novela se convierte en una metanarrativa que explora los límites de la ficción y la realidad, mientras mantiene el suspense hasta el último momento.
En "La nieve está vacía", Prado no solo nos ofrece un thriller psicológico, sino también un examen introspectivo de las pasiones humanas. Los personajes se ven arrastrados por sus deseos no cumplidos y frustraciones, mostrando cómo estos pueden llevar a actos extremos cuando no se manejan adecuadamente. A través de sus protagonistas, el autor explora temas de manipulación, traición y los egos destructivos que a menudo subyacen en las relaciones humanas.
Con una prosa sencilla pero cargada de significado, Prado despliega una historia que cautiva por su originalidad y su capacidad para adentrarse en los vericuetos del alma humana. "La nieve está vacía" es, en definitiva, un tratado sobre el arte de la narrativa, una obra que desafía al lector a mirar más allá de la superficie de la historia y a cuestionar la naturaleza de la verdad y la ficción en la literatura. Una lectura imprescindible para los aficionados al género policíaco y para aquellos interesados en el arte de contar historias.
