"La noche de San Juan" de Lope de Vega, una obra escrita en 1631, se sumerge en los enigmas de la madurez y las transgresiones de lo prohibido bajo el velo de una noche mágica y poco convencional. La obra, descrita por la directora Helena Pimenta, se aleja de los elementos fantásticos típicos de las narrativas de San Juan para enfocarse en las relaciones prohibidas y el viaje a las pasiones ocultas. A través del teatro, Lope utiliza esta noche especial como una metáfora del paso a la madurez, explorando cómo los personajes rompen con las normas establecidas para después retornar a la "normalidad".
La joven Compañía Nacional de Teatro Clásico trae un aire de contemporaneidad a la obra, con una versión adaptada por Yolanda Pallín, quien ha actualizado el lenguaje y modificado algunos aspectos del texto original para resonar con las sensibilidades modernas. Entre las modificaciones destacadas está la eliminación de un monólogo sobre teatralidad, considerado irrelevante para la trama principal, y la incorporación de un final con un "guiño post, post feminista", asegurando que "las mujeres son de ellas mismas". Además, se introduce un beso que, aunque no está explícitamente en el texto, se intuye como subtexto en la obra.
Los juegos de espejos y simetrías, elementos destacados en la obra, evocan la influencia de Calderón de la Barca, contemporáneo de Lope, que ya despuntaba en el arte dramático de la época. Estos elementos no solo añaden profundidad a la narrativa sino que también sirven como una ligera parodia de los trabajos de Calderón, aunque siempre desde un respeto profundo hacia sus personajes y su estilo.
"La noche de San Juan" se presenta como un espejo de las luchas internas y los deseos reprimidos de sus personajes, todos ellos jóvenes en edad de casarse, que se encuentran en una encrucijada de emociones y decisiones en una mágica noche en Madrid. El reparto, liderado por Eva Rufo, Rebeca Hernando, David Boceta y Alejandro Saá, promete una interpretación fresca y vigorosa de esta obra clásica, que aunque escrita en los años crepusculares de Lope, resuena con temas atemporales y universales.
Esta obra, elegida para conmemorar el "Año Lope" y celebrar su "arte nuevo de hacer comedias", ofrece una oportunidad única de redescubrir a Lope de Vega y su habilidad para tejer complejas relaciones humanas en el tapiz de la comedia clásica española.