En "La nueva novela hispanoamericana", publicado en 1972, Carlos Fuentes se aventura en un análisis audaz y provocador sobre el papel de los escritores del boom latinoamericano en la redefinición de la narrativa regional. Fuentes postula que, con la emergencia de autores como él mismo, Gabriel García Márquez, Julio Cortázar y Mario Vargas Llosa, entre otros, la literatura latinoamericana entra en una fase de modernidad plena, marcando un punto de inflexión decisivo respecto a las épocas literarias anteriores.
El libro argumenta que esta generación no solo continúa la tradición narrativa de grandes figuras como Jorge Luis Borges, Juan Carlos Onetti y Alejo Carpentier, sino que también la transforma radicalmente, introduciendo nuevas formas y estilos que reflejan los cambios sociopolíticos y culturales del continente. Esta audaz declaración implica una cierta arrogancia, según Fuentes, ya que posiciona al boom como un momento fundacional, minimizando la importancia de las contribuciones literarias del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX.
Además de explorar la evolución temática y estilística en la narrativa, Fuentes aborda cómo estos autores han utilizado la literatura como un medio para criticar y analizar la realidad política y social de América Latina. Este enfoque ha permitido que las novelas no solo cuenten historias, sino que también cuestionen las narrativas históricas establecidas y propongan nuevas interpretaciones de la identidad latinoamericana.
"La nueva novela hispanoamericana" ofrece, por lo tanto, una reflexión profunda sobre el impacto y las implicaciones de la literatura del boom en la percepción y representación de América Latina. El libro es un testimonio de la vibrante y rica tradición literaria del continente, así como un llamado a reconocer la literatura como una forma de diálogo continuo sobre su pasado, presente y futuro.
Este análisis no solo es relevante para estudiosos de la literatura, sino también para aquellos interesados en entender cómo las expresiones culturales pueden influir y reflejar los cambios sociopolíticos en cualquier región del mundo. Fuentes, con su característica erudición y perspicacia, ofrece una obra indispensable para comprender la evolución de la literatura latinoamericana en el contexto global del siglo XX.