En la obra "La prueba de los amigos" de Lope de Vega, se despliega una intensa batalla entre los valores del honor y la riqueza, ilustrando las complejidades humanas y los dilemas morales a través de sus personajes principales, Feliciano y Leonarda. Ambientada en el contexto social y económico del Siglo de Oro español, la obra explora cómo la percepción y el valor de la riqueza influyen profundamente en las estructuras sociales y las relaciones personales.
Feliciano, tras heredar una vasta fortuna de su padre, se convierte en un personaje que idolatra el dinero como el máximo valor, relegando el honor a un segundo plano. Para él, el tener se convierte en sinónimo de nobleza y respetabilidad, guiándose únicamente por sus deseos materiales y dejando de lado la razón. Su visión del mundo se ve atrapada en la dimensión del "parecer", donde las apariencias y la posesión material dictan su conducta y su estatus social.
Por otro lado, Leonarda representa la antítesis de Feliciano. A pesar de ser inicialmente amada y luego despreciada por Feliciano después de que este recibe su herencia, ella mantiene el honor como su valor supremo. A través de su constante apelación al deber moral y su amor genuino y desinteresado, Leonarda encarna la dimensión interna del "ser". Su compromiso con el honor y la virtud, incluso frente al rechazo y las adversidades, destaca su fuerza de carácter y su integridad moral.
La obra de Lope de Vega no solo retrata un conflicto entre dos mundos -el del tener y el del ser- sino que también ofrece una crítica de la sociedad de su tiempo, donde el dinero y el estatus social a menudo eclipsaban valores más profundos y éticos. A través del desarrollo de la trama y la evolución de los personajes, "La prueba de los amigos" plantea preguntas sobre la verdadera naturaleza del honor y cómo este puede ser corrompido o fortalecido por la riqueza y las presiones sociales.
Finalmente, la resolución de la obra revela el triunfo del honor sobre la riqueza, cuando Feliciano, influenciado por la perseverancia y la virtud de Leonarda, redescubre su capacidad de razonar y reconoce el verdadero valor del honor. Este desenlace no solo redime al personaje de Feliciano, sino que también reafirma la creencia de Lope en la primacía de los valores internos sobre los externos, un tema recurrente en su extenso corpus literario.