La señorita Dashwood, escrita por Elizabeth Taylor, nos transporta al corazón de la Inglaterra post-segunda guerra mundial a través de los ojos de Cassandra Dashwood, una joven huérfana que se convierte en institutriz en la decadente mansión Cropthorne Manor. Esta novela, que recuerda el estilo y la elegancia de Jane Austen y Charlotte Bronte, teje una trama donde el amor y la lucha por la dignidad y la elegancia se enfrentan a las complicadas realidades de una familia aristocrática en declive.
Cassandra, tras la muerte de su padre, es acogida por la señora Turner, directora del internado donde se educó. La señora Turner la ayuda a conseguir un empleo en Cropthorne Manor, donde Cassandra se encuentra con una familia tan encantadora como disfuncional. Marion Vanbrugh, el padre de su pupila Sophy, su tía Tinty, y los hijos de esta, Margaret y Tom, junto con Nanny, una figura maternal y autoritaria en la casa, componen el núcleo de este hogar. La sombra del pasado también acecha a la familia, marcada por la muerte prematura de Violet, la madre de Sophy.
Con la esperanza de encontrar el amor y la estabilidad emocional, Cassandra aspira a enamorar a Marion y convertirlo en su propio Mr. Rochester. Sin embargo, la realidad de la vida en Cropthorne Manor es mucho más compleja y menos romántica de lo que Cassandra había imaginado. La novela se desarrolla en un ritmo pausado, característico del estilo de Taylor, permitiendo que el lector se sumerja en las sutilezas de los personajes y en la ironía de las situaciones que se presentan.
Elizabeth Taylor, conocida por su habilidad para capturar la esencia de la vida británica de clase media y alta con agudeza y profundidad, ofrece en La señorita Dashwood una obra que, aunque pueda parecer que transcurre sin grandes sobresaltos, está repleta de emociones y revelaciones sutiles. Esta novela no solo es una historia sobre el amor y la pérdida, sino también un comentario sobre la resistencia de las tradiciones y el choque con la modernidad.
En resumen, La señorita Dashwood es un testimonio de la maestría de Elizabeth Taylor para explorar las complejidades de la vida cotidiana y las relaciones humanas con profundidad, realismo y una pizca de humor británico. Es una novela que requiere una lectura atenta y reflexiva, ideal para aquellos que aprecian la literatura que ofrece tanto un espejo de la realidad como una escapada a otra época.