La sombra del ciprés es alargada, primera novela de Miguel Delibes y ganadora del Premio Nadal en 1947, es una obra esencial en la literatura española del siglo XX, destacando por su inclusión en la lista de las 100 mejores novelas en español de ese siglo según el periódico El Mundo. A pesar de que Delibes no estaba completamente satisfecho con esta obra, considerándola un intento fallido en su búsqueda de un estilo personal, el libro ha resonado profundamente con los lectores a lo largo de los años.
La novela, escrita en primera persona, se desarrolla en una narrativa tradicional y se ambienta en una Ávila que más que protegida por sus murallas, parece encerrada por ellas. La historia sigue a Pedro, el protagonista y narrador, desde su infancia como huérfano bajo la tutela de un maestro pesimista, don Mateo Lesmes, hasta su adultez como marino intentando huir del pesimismo que marcó su educación. En su juventud, Pedro forma una amistad significativa con Alfredo, aunque las complicaciones no tardan en surgir.
En su etapa adulta, tras haber estudiado en la universidad y convertido en marino, Pedro intenta despojarse del pesimismo inculcado por su maestro. Durante un viaje al extranjero, se enamora de una mujer, pero el conflicto interno y su incapacidad para desviarse de sus propias normas lo llevan a abandonarla. Este abandono simboliza su lucha continua con las reglas autoimpuestas y el pesimismo que lo persigue.
La novela culmina con un regreso al pesimismo después de un breve periodo en el que Pedro parece encontrar algo de esperanza en la amistad y el amor. A través de conocidos, experimenta una perspectiva más equilibrada de la vida, pero el desenlace sugiere un retorno inevitable al desaliento inicial, creando un profundo halo melancólico que permea toda la obra.
La sombra del ciprés es alargada no solo es una exploración del pesimismo y la muerte, sino también un relato de crecimiento personal y la búsqueda constante de significado más allá de las sombras que nos rodean. Miguel Delibes, con su habilidad para capturar la esencia humana, crea una narrativa que, aunque pueda parecer pesimista, invita a la reflexión sobre la resiliencia y la capacidad de superación personal.
Esta obra, que también fue adaptada al cine por Luis Alcoriza, sigue siendo una lectura relevante y conmovedora, reflejo del talento narrativo de Delibes y su habilidad para explorar las profundidades del alma humana.