"La última función", escrita por Luis Landero, es una novela que nos sumerge en la vida de un pueblo en la Sierra de Madrid, donde el arte y el teatro se convierten en el último resorte contra el olvido y la desaparición. La historia comienza en 1994, cuando Tito Gil, un actor de renombre que dejó atrás su pueblo natal para triunfar en los escenarios de la gran ciudad, regresa de manera imprevista. Su voz prodigiosa y su presencia revitalizan los recuerdos y las esperanzas de los habitantes del pueblo.
Con la intención de restaurar la vitalidad del pueblo y frenar su despoblamiento, Tito propone organizar una gran obra teatral. Para ello, necesita encontrar a una actriz que pueda estar a su altura en el escenario. Es aquí donde Paula entra en escena, una mujer cuyos sueños han sido aplastados por la monotonía de su vida laboral. Paula, sin saberlo, llega al pueblo tras tomar el último tren en Atocha, y se encuentra inmersa en una aventura que podría cambiar su vida para siempre.
La novela explora cómo el proceso creativo y la representación teatral reúnen a la comunidad, infundiendo esperanza y nuevos sueños. Los personajes, tanto principales como secundarios, son retratados con humor y una profundidad que los hace saltar de la página, transformados por el poder del arte. A través de una narrativa envolvente, Landero nos ofrece un homenaje a las artes escénicas y a esos pequeños pueblos de España que luchan por mantenerse vivos a través de la cultura.
"La última función" no solo es una historia sobre la redención a través del arte, sino también un retrato íntimo de dos personajes, Tito y Paula, cuyas vidas se entrelazan en circunstancias inesperadas. A través de su pluma hábil, Landero captura la esencia de un amor inverosímil y un pueblo que se aferra a su última gran actuación para no ser olvidado. Con un sutil toque de humor y una prosa magistral, esta novela es una reflexión sobre cómo el arte puede ser un catalizador para el cambio y un refugio contra la adversidad.