En "La vida verdadera", una novela ácida e intensa que ha capturado la atención de lectores en toda Europa, Adeline Dieudonné nos sumerge en la oscura realidad de una niña de once años en la década de los noventa. La historia se desarrolla en la Demo, una desolada urbanización compuesta por "una cincuentena de chalets grises alineados como lápidas", donde la protagonista vive una vida marcada por la opresión y el miedo.
La familia de la niña está compuesta por su hermano menor, Gilles, sus padres y una ominosa habitación llamada "la de los cadáveres", llena de trofeos de caza de un padre violento e impredecible. La madre, reducida a un estado de sumisión, es percibida por la niña como una "ameba". En este ambiente hostil, la protagonista encuentra consuelo en su relación con Gilles y su vínculo con Monica, una excéntrica vecina que les cuenta historias en el bosque cercano.
La vida de estos hermanos transcurre entre juegos en coches abandonados y la espera de la camioneta de helados, hasta que un brutal accidente cambia todo radicalmente. Este evento desencadena una serie de desafíos que la protagonista debe enfrentar, mostrando una sorprendente madurez y una aguda conciencia de su entorno. A pesar de la violencia y el terror doméstico, la joven demuestra una asombrosa capacidad para manejar la situación, utilizando diversas estrategias para protegerse a sí misma y a su hermano.
Adeline Dieudonné nos ofrece una narrativa que combina ternura, desasosiego y humor, atrapando al lector desde la primera línea con el impacto emocional de la trama y la evolución de su joven protagonista. "La vida verdadera" es no solo una historia de supervivencia y pérdida de inocencia, sino también un testimonio del despertar sexual y la lucha constante contra la adversidad en un mundo que parece haber olvidado la compasión y la justicia.