En "La larga carretera de arena", Pier Paolo Pasolini nos lleva en un viaje vibrante y poético a lo largo de las costas italianas durante el tórrido verano de 1959. A sus treinta y siete años, y antes de aventurarse en el mundo del cine, Pasolini acepta el encargo de la revista Successo para recorrer y documentar las playas italianas, un proyecto que se materializaría en un reportaje serializado en tres entregas. Este libro, sin embargo, trasciende el simple reportaje para convertirse en una exploración lírica y sensorial de la vida costera italiana.
Con una prosa que destila poesía, Pasolini observa lo cotidiano y lo transforma en algo extraordinario. Desde la multitud que se congrega en playas estrechas hasta los colores vivos de las ferias de verano, cada detalle es capturado con una mezcla de asombro y exaltación. "Arrastrado por un gozo de ver que es casi como si estuviera ciego", Pasolini nos guía a través de un paisaje lleno de vida, colores y texturas, donde incluso lo vulgar se revela digno de admiración.
A lo largo de su viaje, que lo lleva desde Roma hasta Sicilia y luego hacia el norte hasta Venecia y Trieste, Pasolini se sumerge en una Italia que palpita al ritmo del verano. Sus descripciones de los locales y turistas —desde una bañista holandesa comparada con un pequeño ciprés, hasta alemanes rubios y piernas desenvainadas como dagas— revelan no solo el paisaje, sino también el carácter vibrante y diverso de sus gentes. Aunque su estancia en cada ubicación es breve, su capacidad para captar la esencia de cada lugar y su gente es inigualable, ofreciendo pinceladas que combinan observación aguda y un toque de prejuicio poético.
Esta edición de Gallo Nero, traducida por David Paradela López, incluye no solo los fragmentos que fueron publicados en su momento, sino también aquellos que fueron omitidos de la revista Successo, añadiendo una capa de profundidad y completitud al trabajo original de Pasolini. Además, se incluye como apéndice la carta que Pasolini escribió a los habitantes de Cutro, en respuesta a su ofensa por cómo fueron retratados, mostrando la confrontación entre el autor y sus sujetos, un rasgo distintivamente pasoliniano.
"La larga carretera de arena" es, en última instancia, una celebración del verano, de la vida y del arte de observar. Es un libro que puede ser tanto un refugio en invierno como un compañero en la playa, invitando al lector a sumergirse en sus páginas como quien se zambulle en las olas del mar. Con su estilo lírico y su defensa apasionada de la vida en su estado más puro y exuberante, Pasolini nos ofrece un retrato de una Italia neorrealista, vibrante y eternamente estival.