En "Las ansias carnívoras de la nada", Alejandro Jodorowsky se despoja de las convenciones literarias para adentrarse en un territorio narrativo audaz y desconcertante. La obra, publicada por la editorial Siruela, es un desafío a la estructura tradicional de la novela, al presentar no uno, sino tres protagonistas que se resisten a cualquier forma de identificación convencional. Cubiertos de pies a cabeza, con la memoria borrada y percibidos de manera distinta por cada observador, estos personajes plantean preguntas esenciales sobre la identidad y la percepción.
La narrativa de Jodorowsky evoca elementos de diversas tradiciones místicas y religiosas, como la trinidad cristiana o la concepción cabalística del ser humano, para explorar la fragmentación del yo y la multiplicidad de las formas de ser. Los personajes, que pueden ser vistos como estudiantes, ángeles, asesinos, viejos o niños, se mueven en un mundo que desafía las certezas y en el que las preguntas sobre su propia naturaleza permanecen eternamente abiertas: ¿Buscan algo o son perseguidos? ¿Son conscientes de su conocimiento o ignorantes de su propia ignorancia?
"Las ansias carnívoras de la nada" es una obra que se sitúa deliberadamente al margen de los géneros establecidos. Jodorowsky, conocido por su capacidad para trascender los límites del arte y la literatura, ofrece aquí una novela que es tanto un rompecabezas metafísico como una profunda indagación sobre lo que significa ser humano. Con una prosa que es tanto poética como provocativa, el autor invita al lector a un viaje que es tanto introspectivo como universal, y que desafía las convenciones narrativas para revelar zonas del alma humana a menudo inexploradas.
Este libro, que forma parte de la colección "Libros del tiempo" de Siruela, no solo es una muestra del talento literario de Jodorowsky, sino también una expresión de su filosofía y su visión del mundo, que continuamente desafía al lector a mirar más allá de lo evidente y lo familiar. Con "Las ansias carnívoras de la nada", Jodorowsky no solo escribe una novela; crea un espacio donde lo imposible y lo misterioso se dan cita en las páginas de un libro que es, en sí mismo, un acto de magia literaria.