En "Las canicas, las cuquis y el novio tontito de Mamá", Alfonso Ussía nos vuelve a sumergir en el peculiar mundo del marqués de Sotoancho, quien tras una boda accidentada con Marsa, se enfrenta a un nuevo y cómico desafío. Esta vez, el escenario es un campeonato mundial de canicas jugado sobre las lujosas alfombras de la Real Fábrica de Tapices, donde nuestro protagonista, bajo la rigurosa tutela de su fiel mayordomo Tomás, debe demostrar su destreza en este inusual deporte.
Paralelamente, la trama se adentra en la vida amorosa de la marquesa viuda, madre del marqués, quien cae irremediablemente enamorada de tío Pochito. Este personaje, descrito como un tanto tontito y pesado, se convierte en el centro de las atenciones de la marquesa, tejiendo situaciones hilarantes y a veces absurdas que reflejan la fina ironía y el humor característico de Ussía.
La obra se despliega en una serie de capítulos cortos y ágiles que mantienen al lector entretenido de principio a fin. Las interacciones entre los personajes son un reflejo satírico de la sociedad, donde Ussía aprovecha cada oportunidad para hacer observaciones agudas y a menudo mordaces sobre las clases altas españolas. El marqués de Sotoancho emerge no solo como un noble excéntrico, sino como un personaje entrañable cuya nobleza se revela en su sencillez y su perpetua buena voluntad.
Con un estilo narrativo que combina el diálogo chispeante con descripciones vivas, Ussía construye un relato que es tanto una comedia de costumbres como una crítica social. "Las canicas, las cuquis y el novio tontito de Mamá" es, en definitiva, un libro para aquellos que buscan humor inteligente y una lectura ligera pero memorable, ideal para disfrutar de un buen rato de risas y entretenimiento.
Este libro es una muestra más del talento de Alfonso Ussía para capturar la esencia de la aristocracia española a través de las peripecias de su inimitable marqués de Sotoancho, prometiendo deleitar tanto a fieles seguidores del autor como a nuevos lectores en busca de una aventura literaria singular.