"Las dos orillas", una obra conmovedora de Alejandro Palomas, nos transporta al íntimo escenario de una cena familiar en la que no solo se celebra el cumpleaños de Fer, sino que también se conmemora una conexión especial más allá de lo tangible. En este emotivo encuentro, el perro actual de Fer, Rulfo, tiene una misión transcendental: comunicarle a Fer que Max, su anterior perro que falleció hace tres años, está en paz. Este mensaje es crucial para que Fer pueda cerrar el ciclo de duelo y permitir que Max continúe su camino en el más allá.
La narrativa de Palomas destaca por su prosa delicada y sensible, que no solo dibuja con palabras el lugar donde Max se encuentra, sino que también explora la dinámica del más allá y cómo se procesan los sentimientos de pérdida, tanto humanos como animales. Esta historia no solo habla de amor y ausencia, sino también de la necesidad de avanzar y asumir la pérdida sin olvidar, permitiendo así seguir adelante con la vida.
Las ilustraciones de Fernando Vicente añaden una capa adicional de profundidad y emoción al texto. Con un estilo impresionante y potente, estas imágenes no solo complementan, sino que competen en sensibilidad con la narrativa, enriqueciendo la experiencia lectora. Las ilustraciones están integradas a color, y su formato en la edición de tapa dura hace que cada página sea una pieza de arte en sí misma.
"Las dos orillas" es una recomendación esencial para aquellos que aprecian la literatura ilustrada y emotiva. Especialmente resonará con quienes han experimentado la pérdida de un compañero no humano, como un perro, y buscan consuelo y comprensión en las páginas de un libro. Aunque breve, con tan solo 84 páginas, esta obra invita a ser leída y releída, dejando una impresión duradera que acompaña al lector mucho después de haberla terminado.
Publicado por Ediciones Destino el 22 de noviembre de 2016, "Las dos orillas" es un testimonio del talento de Alejandro Palomas para explorar temas profundos con una sensibilidad que toca el corazón, y de Fernando Vicente para capturar la esencia emocional de la narrativa a través de su arte visual.
