En "Las lágrimas de la diosa maorí", el desenlace épico de la Trilogía del árbol Kauri, Sarah Lark teje una narrativa emocionante que combina la lucha personal con los grandes movimientos sociales de la época. Ambientada en el exótico paisaje de Nueva Zelanda en 1899, la novela sigue la vida de dos mujeres valientes enfrentadas a los desafíos de un mundo dominado por hombres.
La historia se centra en parte en la familia Drury, cuyo hijo, médico de profesión, es enviado a Sudáfrica para participar en la guerra de los Bóers. Roberta, un miembro tenaz de esta familia, se muestra decidida a seguir a su amado a través de los peligros del conflicto bélico, mostrando un coraje y una determinación que desafían las expectativas de su género y su época. Su viaje no solo es físico, sino también emocional, explorando los límites del amor y el sacrificio.
Paralelamente, la novela narra el trascendental viaje de Atamarie, una joven maorí apasionada por las cometas, quien se convierte en la primera mujer en estudiar Ingeniería en la Universidad de Nueva Zelanda. La fascinación de Atamarie por las cometas, que simbolizan sus sueños y aspiraciones, la lleva a cruzarse con un pionero de la aviación mundial. Su historia es una inspiradora representación de la lucha por la igualdad de las mujeres en campos dominados por hombres, y su relación con la aviación añade una dimensión de innovación y aventura a la narrativa.
"Las lágrimas de la diosa maorí" no solo es una historia sobre la conquista de derechos sociales y personales; también es un homenaje a la cultura y espiritualidad maoríes, entrelazando mitos y tradiciones con los retos contemporáneos de los personajes. Sarah Lark utiliza el escenario de Nueva Zelanda y sus ricas tradiciones maoríes para explorar temas universales de amor, pérdida, resistencia y redención.
Este libro es, en definitiva, un viaje emocional y físico que cruza océanos y corazones, cerrando magistralmente una saga que ha capturado la imaginación de un millón y medio de lectores. Con "Las lágrimas de la diosa maorí", Lark no solo concluye una trilogía, sino que consolida su voz como una narradora imprescindible de historias de mujeres pioneras y sus incansables luchas por romper barreras.