"Las Moradas" de Teresa de Jesús, también conocida como "El Castillo Interior", es una obra maestra del misticismo cristiano, escrita en 1577. Concebida como una guía espiritual, la obra describe el viaje del alma hacia la unión con Dios a través de un castillo de siete moradas, representando cada una un nivel más profundo de fe y espiritualidad.
El libro inicia con una analogía poderosa: el alma es un castillo de diamante claro y cristalino, lleno de aposentos que reflejan las múltiples moradas del cielo. Teresa de Jesús, con un estilo sincero y humilde, invita a los lectores a explorar estas moradas mediante la oración, que ella describe como un acto de amistad y conversación íntima con Cristo. La oración es la llave que abre la puerta del castillo y permite la entrada a un viaje de autoconocimiento y acercamiento a lo divino.
Las primeras tres moradas se centran en la oración activa. La primera morada, descrita en dos capítulos, es accesible mediante la oración y requiere que el alma esté en estado de gracia, libre de pecados que, como fieras, acechan fuera del castillo. La segunda morada, aunque menos peligrosa, implica un esfuerzo constante para evitar caer nuevamente en el pecado.
A medida que el lector progresa, la cuarta morada introduce la oración contemplativa. Aquí, la oración se convierte en un manantial que fluye directamente desde su origen, simbolizando una conexión más íntima y directa con Dios. Las últimas moradas intensifican esta experiencia, culminando en la séptima morada, donde el alma alcanza la unión plena y mística con el Creador.
Teresa de Jesús, a pesar de las dudas iniciales y las dificultades personales, logra plasmar en "Las Moradas" un camino claro y accesible hacia la realización espiritual. La obra fue publicada en 1588, tras ser editada por Fray Luis de León, y continúa siendo una lectura esencial para aquellos interesados en el misticismo cristiano y el desarrollo espiritual. A través de su prosa inspiradora, Teresa anima a los fieles a profundizar en su vida interior y a encontrar en la oración un refugio y un camino hacia la divinidad.