Publicado por primera vez en 1961 por la editorial Lumen, "Libro de juegos para los niños de los otros" de Ana María Matute, ilustrado con fotografías de Jaime Buesa, emerge como un testimonio conmovedor y una obra clásica que aborda la realidad de la marginación y la pobreza. Esta obra nos transporta a un universo donde los juegos infantiles se convierten en un reflejo de las desigualdades sociales y las duras realidades que enfrentan los niños marginados.
Más de cuatro décadas después, con la nueva edición publicada por Espasa y enriquecida con las fotografías actuales de Miguel Sánchez Vigil y Manuel Durán, el libro demuestra que el problema de la marginación infantil sigue siendo una cuestión pendiente en nuestra sociedad. Las imágenes, tomadas apenas unos meses antes de esta reedición, y el texto de Matute, conservan su potencia y belleza, demostrando que las circunstancias de los "niños de los otros" apenas han cambiado a lo largo de los años.
En esta obra, Matute no solo recrea un catálogo de juegos infantiles, sino que transforma cada juego en una narrativa que revela las esperanzas, sueños y, a menudo, la cruda realidad de los niños que viven al margen. A través de su prosa lírica y emotiva, la autora dibuja un retrato íntimo de la infancia olvidada, donde los juegos sirven como un escape temporal de sus duras condiciones de vida, pero también como una forma de resistencia y afirmación de su identidad y humanidad.
"Libro de juegos para los niños de los otros" se alza así como una obra clásica que no solo apela a la nostalgia y a la inocencia de los juegos infantiles, sino que también desafía al lector a enfrentarse a las realidades sociales que estos juegos simbolizan. La combinación de un texto poderosamente evocador y fotografías que capturan la esencia de la marginación, hacen de este libro una lectura esencial para entender y reflexionar sobre las desigualdades que persisten en nuestro entorno.
En resumen, Ana María Matute, con su característica sensibilidad y maestría literaria, nos ofrece en "Libro de juegos para los niños de los otros" una obra imperecedera que continúa resonando con la misma fuerza y relevancia que cuando fue escrita. Un verdadero clásico que pone en primer plano las voces de aquellos que, demasiado a menudo, son dejados de lado.