El Libro de los estados, escrito por Don Juan Manuel entre 1327 y 1332, es una obra de gran complejidad y profundidad que se sumerge en las cuestiones éticas y morales de la época medieval en la Corona de Castilla. Inspirado en la leyenda de Barlaam y Josafat, este texto se presenta como un diálogo filosófico y religioso estructurado en dos partes distintas, donde los primeros cien capítulos se centran en la educación mundana y los últimos cincuenta en temas de religión.
La obra narra las conversaciones entre el rey pagano Moraván y su hijo Johás, así como las interacciones de estos con un hombre santo llamado Julio y un caballero, Turín. A través de estos diálogos, Don Juan Manuel explora las tensiones y disputas entre diferentes creencias religiosas –el Islam, el Judaísmo y el Cristianismo– culminando en la victoria del Cristianismo, reflejando las convicciones del autor y su contexto histórico.
Es importante destacar que el Libro de los estados es la primera traducción al castellano de la leyenda de Barlaam y Josafat, adaptando su contenido religioso a un mensaje más amplio sobre la prudencia y la sabiduría ética. Don Juan Manuel modifica elementos de la leyenda original para que resonaran mejor con la mentalidad y los valores medievales castellanos, como la omisión de la ignorancia del príncipe sobre la vejez y la enfermedad, centrando la trama en su desconocimiento de la muerte.
En términos de estilo, la obra se caracteriza por su formato de diálogo, aunque sin mucha acción dramática, siendo los personajes vehículos para las ideas filosóficas y teológicas del autor. No obstante, la narrativa es rica en referencias internas y utiliza un lenguaje que combina elementos coloquiales con un tono más formal y didáctico. A pesar de estos diálogos elaborados, los personajes carecen de un desarrollo psicológico profundo, sirviendo más como representaciones de diferentes posturas teológicas y éticas.
En resumen, el Libro de los estados de Don Juan Manuel no solo es un reflejo de las preocupaciones religiosas y filosóficas de su tiempo, sino también una obra que busca enseñar y guiar sobre cómo un noble debe cumplir sus obligaciones tanto terrenales como espirituales. Su influencia y valor histórico reside en su habilidad para entrelazar cuestiones de fe con la ética del liderazgo y la gobernanza.