Llamadme Alejandra, de Espido Freire, es una novela histórica que nos sumerge en la intimidad de la última zarina de Rusia, Alejandra Romanova, desde su trágico encierro en la casa Ipatiev en Ekaterimburgo. La historia se despliega a través de los recuerdos de Alejandra, quien narra en primera persona su vida desde su nacimiento en 1872 hasta los días finales antes de su ejecución junto a su familia. Alejandra, nacida en el seno de la nobleza europea como Alix de Hesse, hija de la princesa Alicia del Reino Unido y nieta de la Reina Victoria, nos cuenta su evolución de princesa a zarina de uno de los imperios más emblemáticos y turbulentos de la historia moderna.
La novela detalla su infancia melancólica, marcada por la muerte temprana de su madre y hermano menor, y su posterior enamoramiento de Nicolás Romanov, quien se convertiría en Nicolás II de Rusia. A través de sus palabras, Alejandra describe las dificultades que enfrentó para ser aceptada por la familia imperial y la sociedad rusa, una lucha que continuó a lo largo de toda su vida. La narrativa se adentra en su matrimonio con Nicolás y la presión inmensa por producir un heredero varón, un drama personal que se intensifica con los nacimientos de sus cuatro hijas y el tan esperado pero frágil Alexis, quien padece hemofilia.
Uno de los aspectos más polémicos y fascinantes de su vida, la relación con Grigori Rasputín, es explorado con profundidad. Alejandra ofrece una defensa de su amistad con el místico, argumentando que su influencia fue malinterpretada por aquellos que nunca aceptaron su rol como zarina. La novela no solo expone las dinámicas internas de la corte y la familia imperial, sino también cómo estos elementos personales se entrelazaron con los eventos históricos que llevaron a la caída del Imperio Ruso, como la Revolución de 1905, la Primera Guerra Mundial y la Revolución de Octubre.
La autora nos presenta a una Alejandra que, a pesar de su posición, intenta conectar con su pueblo participando en el esfuerzo de guerra y enfrentando las crecientes tensiones sociales y políticas que eventualmente conducirían a su familia al arresto y ejecución. La estructura narrativa de la novela mezcla la voz introspectiva de Alejandra con cartas y documentos históricos, creando un retrato multidimensional no solo de una mujer, sino de una era que definiría el curso del siglo XX en Rusia y en el mundo. Llamadme Alejandra es un relato íntimo y revelador de una figura histórica a menudo malentendida y vilipendiada, una invitación a ver más allá del mito y la tragedia.