Publicada en la Décima sexta Parte de las Comedias de Lope de Vega Carpio en 1620, "Lo fingido verdadero" es una obra que se sumerge en las profundidades del teatro dentro del teatro, un recurso metateatral que Lope de Vega explora con maestría. La obra está dedicada a Tirso de Molina, discípulo de Lope, lo cual subraya la importancia de la transmisión de conocimiento y técnica entre generaciones de dramaturgos.
Ambientada en la Antigua Roma, la comedia narra la historia de Ginés, un actor pagano cuya vida toma un giro dramático hacia la santidad. A través de su profesión, Ginés se ve inmerso en la representación de roles cristianos, inicialmente sin verdadera fe. Sin embargo, la intensidad y la emoción de sus actuaciones le conducen a una conversión espiritual profunda, culminando en su martirio. Este proceso no solo representa una transformación personal para Ginés, sino que también ofrece una reflexión sobre la naturaleza del arte y su capacidad para influir y transformar la realidad.
La obra se convierte así en un comentario sobre el poder del teatro como herramienta de representación y persuasión, cuestionando la línea entre realidad y ficción. Lope utiliza el personaje de Ginés para explorar cómo la actuación y la realidad pueden fusionarse hasta el punto de que lo ficticio se convierte en verdadero, tanto para el actor como para la audiencia. Esta reflexión es especialmente resonante en el contexto del Siglo de Oro español, un periodo donde el teatro florecía como una forma de entretenimiento popular pero también como un medio para la reflexión moral y social.
"Lo fingido verdadero" no solo es una obra sobre la fe y la conversión, sino también un estudio sobre la profesión del actor en aquel tiempo, ofreciendo vistas al papel del teatro en la sociedad y su capacidad para moldear las percepciones y creencias de las personas. A través de esta comedia, Lope de Vega no solo entretiene sino que invita al espectador a reflexionar sobre la compleja interacción entre la realidad y su representación, un tema que, aunque centrado en la época romana, resuena con cuestiones de arte y autenticidad aún relevantes en la actualidad.
La obra, aunque menos conocida hoy en día, es una joya del teatro barroco que encapsula las preocupaciones de su tiempo y que, mediante el uso del metateatro, conecta con obras como "Hamlet" de Shakespeare, mostrando la universalidad y la atemporalidad de las preguntas que plantea sobre el arte y la realidad.