'Los constructores de imperios' es una obra teatral de Boris Vian, publicada en 1959, que sumerge al lector en un universo absurdo y opresivo, característico del autor. La trama sigue a una familia compuesta por Leon, el padre; Ana, la madre; Zenobia, la hija; y Cruche, la sirvienta. Juntos, cargan con sus pertenencias mientras ascienden por los pisos de un edificio, acosados por un ruido ensordecedor que no deja de intensificarse.
El enigma central de la obra es el personaje del Schmürz, un ser enigmático y maltrecho, vestido con vendas ensangrentadas, que permanece en las esquinas de cada piso. Su presencia es tan inquietante como inexplicable, simbolizando quizá la inevitable decadencia humana o el peso del pasado que la familia intenta dejar atrás.
A medida que la familia sube, los miembros van desapareciendo uno a uno. Primero es Cruche, quien tras discutir acaloradamente con Leon, decide marcharse. Luego, la joven Zenobia, en un giro cruel del destino, queda atrapada en un rellano tras un fallido intento de conseguir una cama de un vecino. Los golpes desesperados de Zenobia en la puerta cesan solo cuando el Schmürz estalla en una carcajada, dejando a los padres con un sentimiento de horror y desesperación.
Finalmente, solo el matrimonio continúa su ascenso, intentando escapar del ruido implacable. Al llegar al último piso, Leon le pide a Ana que recoja unos enseres olvidados, pero ella nunca regresa. Este momento culminante deja a Leon solo y con un sentimiento abrumador de culpa. Al intentar destruir al Schmürz disparándole, Leon descubre que las balas no le afectan. En su desesperación, intenta ignorar el ruido, logrando que el Schmürz caiga muerto. Pero la victoria es efímera, ya que los golpes en la puerta se vuelven insoportables.
En un acto final de desesperación, Leon se arroja por la ventana, encontrando la muerte como única escapatoria a su angustia. La obra concluye con una escena inquietante: la puerta se abre lentamente y los Schmürz, múltiples y ominosos, comienzan a entrar, dejando al lector con una sensación de inevitable fatalidad.
'Los constructores de imperios' es una reflexión sobre la futilidad de escapar de los problemas fundamentales de la existencia, presentada con la aguda ironía y el estilo distintivo de Boris Vian. La obra es un testimonio del talento del autor para crear atmósferas surrealistas que desafían la lógica convencional y exploran los límites de la condición humana.
