En "Los Guanches de Tenerife y Conquista de Canaria", Lope de Vega nos transporta al final del siglo XV para relatarnos la dramática historia de la conquista de Tenerife, una de las islas Canarias. Esta obra, dividida en tres actos, es una mezcla de drama histórico y conflictos personales enmarcados en la tensión entre los conquistadores españoles y los guanches, los habitantes originales de la isla.
El primer acto nos introduce al Adelantado y sus conquistadores, presentados como héroes de dignidad hispánica, y establece un dramático contraste entre ellos y los guanches, descritos simultáneamente como nobles y bárbaros. Central a esta dinámica es la relación amorosa entre la princesa guanche Dácil y el capitán español Castillo, que simboliza los intentos de unión y entendimiento entre las dos culturas. Sin embargo, esta relación también refleja las tensiones y los prejuicios que complican la coexistencia entre los guanches y los españoles, quienes son retratados como ambiciosos y a veces despectivos hacia los nativos.
En el segundo acto, la obra profundiza en la vida cotidiana y las costumbres de los guanches, presentando un interesante ejercicio de transculturación. A través de este acto, Vega explora cómo la cultura guanche se ve influenciada y alterada por la presencia española, al tiempo que destaca los esfuerzos de los guanches por mantener su identidad y resistir la conquista. Este acto también aborda la evolución en la percepción de los guanches por parte de los españoles, quienes gradualmente reconocen la humanidad de los nativos, asignándoles "el alma" en un gesto que busca simbolizar la igualdad fundamental entre todos los seres humanos.
El tercer y último acto culmina con una reflexión sobre las consecuencias de la conquista, tanto para los conquistadores como para los guanches. Lope de Vega utiliza el desenlace de la obra para comentar sobre la naturaleza del poder, la conquista y la resistencia, invitando al público a reflexionar sobre la complejidad de la historia y las narrativas que la conforman. Con un estilo que combina el pathos trágico con momentos de esperanza y reconciliación, la obra nos deja con una visión ambivalente de la conquista, destacando tanto la pérdida como la posible coexistencia de culturas.
En resumen, "Los Guanches de Tenerife y Conquista de Canaria" es una obra rica en matices y profundidad, que ofrece una mirada crítica y compasiva hacia un episodio turbulento de la historia española, a través de la lente inigualable de uno de los dramaturgos más importantes del Siglo de Oro español.
