En "Los indios no hacen ruido", Ray Loriga se adentra en el mundo de la literatura infantil con una narrativa que encierra una profunda reflexión sobre el impacto sonoro en nuestro entorno. Publicado en 2006 como parte de la colección ¡Haz que ocurra!, este cuento no solo busca entretener, sino también educar a los más jóvenes sobre la importancia de la educación vial y el cuidado del medio ambiente.
La historia se centra en un niño cuyo relato comienza con viajes en el coche nuevo de su madre, un vehículo tan silencioso que casi no emite ruido, lo que propicia que el protagonista a menudo se quede dormido en trayectos largos. Durante estos sueños, el niño imagina aventuras con indios, seres que, según él, pueden moverse sin hacer ruido cuando lo desean. Esta capacidad de los indios para pasar desapercibidos se convierte en el núcleo de la historia, simbolizando la posibilidad de una coexistencia armoniosa y respetuosa con el medio ambiente.
La obra, aunque breve con sus 32 páginas, está diseñada para capturar la imaginación de los niños mientras inculca valores importantes. Los temas de silencio y ruido se exploran de manera que los jóvenes lectores puedan comenzar a entender cómo sus acciones y las de la sociedad en general afectan al mundo natural que les rodea. Además, las ilustraciones que acompañan el texto enriquecen la experiencia lectora, añadiendo una dimensión visual a la historia que facilita la comprensión de los mensajes clave.
"Los indios no hacen ruido" es más que un cuento para niños; es una herramienta pedagógica que invita tanto a niños como a adultos a reflexionar sobre cómo podemos modificar nuestras conductas para vivir de una manera más sostenible. Con este libro, Loriga no solo se establece como un autor capaz de escribir para un público infantil, sino que también contribuye a la educación de futuras generaciones en temas de crucial importancia global.
