Los largos años de ausencia, escrita por Isabel Sierra, es una novela histórica que nos transporta a la ciudad de Berlín en el año 1958, donde la sombra de la Segunda Guerra Mundial aún se cierne sobre Europa. La obra nos introduce en la vida de Alfredo Eybler, un médico de ascendencia austriaca, que es forzado a unirse a la División Azul y a luchar junto a las tropas alemanas en una de las batallas más cruentas del conflicto: el sitio de Stalingrado.
Alfredo, destinado a un lugar donde la mayoría de los médicos han muerto y las condiciones sanitarias son desastrosas, se enfrenta a retos que ponen a prueba su humanidad y su capacidad de supervivencia. A su lado, encuentra a Heinrich Adler, un colega médico cuya frialdad esconde un doloroso pasado. La relación entre ambos hombres, marcada por la adversidad y el compañerismo, se convierte en el corazón de esta narrativa.
La novela se despliega a través de las memorias de Alfredo, quien, desde la aparente tranquilidad de su hogar en la posguerra, escribe sobre sus vivencias en Stalingrado. Estas páginas no solo documentan la brutalidad y la barbarie de la guerra, sino que también exploran la resistencia del espíritu humano frente a la crueldad absoluta. Los personajes, especialmente los médicos y sanitarios que luchan por salvar vidas en condiciones inhumanas, emergen como figuras heroicas en un escenario de devastación y desesperanza.
Los largos años de ausencia trasciende el relato típico de batallas y estrategias militares para ofrecer una visión más íntima y personal del conflicto. Isabel Sierra nos invita a reflexionar sobre la capacidad de sufrimiento y la pérdida de humanidad que conlleva la guerra. A través de la perspectiva de Alfredo, la novela ilumina los rincones más oscuros del alma humana y la inquebrantable esperanza de quienes se aferran a la vida en medio del horror.
Con una narrativa profundamente realista y libre de clichés, Sierra construye un relato conmovedor sobre el sacrificio, la amistad y la supervivencia. Los largos años de ausencia no es solo una crónica de guerra; es también un testimonio emotivo de la lucha por mantener la cordura y la humanidad en los momentos más oscuros de la historia. Esta novela es un recordatorio duradero de las cicatrices que la guerra deja en los individuos y en la sociedad, y de la capacidad de resistencia del espíritu humano ante la adversidad extrema.