"Lucerna" y "Albert", escritos entre 1857 y 1858, son dos relatos introspectivos de León Tolstói que exploran la profunda conexión entre la música y el espíritu humano. A través de estos cuentos, Tolstói, uno de los grandes literatos rusos, rinde homenaje a su amor por la música, tejiendo narrativas que no solo reflejan experiencias personales sino que también capturan la esencia emocional y transformadora de la música en la vida de sus protagonistas.
En "Lucerna", Tolstói nos transporta a una pintoresca ciudad junto a un lago, donde el príncipe Nejliúdov se encuentra sumido en una profunda melancolía. La historia se narra en primera persona, permitiendo a los lectores un acceso íntimo a los conflictos internos del príncipe. La trama toma un giro cuando una melodía encantadora, flotando sobre las aguas del lago, alcanza al príncipe y lo saca momentáneamente de su pesadumbre. Esta experiencia musical no solo alivia su dolor, sino que también renueva su amor por la vida, recordándole la belleza y la plenitud del mundo que lo rodea. Tolstói, maestro en el arte de la descripción, utiliza el entorno y la música para explorar temas de redención y auto-reconocimiento.
"Albert", por otro lado, se centra en la figura de un violinista excepcionalmente talentoso que Tolstói tuvo la oportunidad de escuchar en San Petersburgo. A través de la vida de Albert, el autor examina la ironía de un destino que une un don extraordinario con una existencia marcada por la miseria. El talento musical de Albert, descrito por Tolstói como el de un "maníaco genial", contrasta drásticamente con su suerte desafortunada, ofreciendo una crítica a la sociedad que a menudo ignora o malgasta tales dones. Este relato no solo destaca la habilidad de Tolstói para capturar la esencia del genio musical, sino también su capacidad para criticar las realidades sociales de su tiempo.
En conjunto, "Lucerna" y "Albert" son testimonios del talento literario de Tolstói para entrelazar la música con la narrativa, creando historias que son a la vez personales y universales. Estos cuentos no solo deleitan a los amantes de la música, sino que también ofrecen reflexiones profundas sobre la naturaleza del arte, la belleza y la condición humana. Cada relato, en su propio derecho, actúa como una ventana a los dilemas y triunfos del alma humana, todo bajo la magistral pluma de Tolstói.