En "Luisa y los espejos", Marta Robles teje una narrativa dual que explora las vidas de dos mujeres extraordinarias, separadas por el tiempo pero unidas por sus desafíos y triunfos en el amor y el arte. Luisa Aldazábal, la protagonista contemporánea, emerge de un coma de tres meses decidida a transformar su existencia monótona. Su viaje la lleva a Venecia, donde se encuentra con la fascinante historia de Luisa Casati, una marchesa del siglo XX que vivió su vida como una obra de arte viviente, desafiando las convenciones sociales con su extravagancia y su pasión por el arte.
La narración alterna entre la vida actual de Aldazábal y los días gloriosos de Casati en la Belle Époque, donde la marchesa se convierte en musa y mecenas de algunos de los más grandes artistas de la época, además de en amante del famoso escritor Gabriele D’Annunzio. Mientras Aldazábal explora la vida de Casati, encuentra en ella un espejo que refleja sus propias aspiraciones y deseos, inspirándola a perseguir un renacimiento personal lleno de pasión y arte.
Marta Robles utiliza un lirismo sensual para dar vida a estas dos historias paralelas, mostrando cómo ambas mujeres, en diferentes épocas, buscan autenticidad y plenitud. A través de la lente de Aldazábal, la figura histórica de Casati se eleva de ser simplemente una anécdota extravagante a convertirse en un símbolo de libertad y autoexpresión. La autora crea un diálogo entre pasado y presente, explorando temas de identidad, creatividad y la búsqueda eterna de la belleza y el significado en la vida.
Además, la novela está ambientada con una rica recreación de la Venecia de la Belle Époque, un mundo de transgresión y excentricidades, donde los límites del arte y la vida personal se mezclan. En este escenario, figuras históricas y eventos culturales cobran vida, añadiendo profundidad y color al viaje de auto-descubrimiento de Luisa Aldazábal. "Luisa y los espejos", ganadora del Premio Fernando Lara de Novela 2013, no solo es una historia sobre la búsqueda personal, sino también un homenaje a la capacidad del arte para transformar y trascender nuestras realidades.
Con esta obra, Marta Robles no solo narra la historia de dos mujeres fascinantes, sino que también celebra la complejidad de la experiencia humana y el poder eterno del arte. Es un viaje a través de los espejos del tiempo y la memoria, donde cada reflejo revela un poco más sobre lo que significa vivir y amar verdaderamente.