En "Monseñor Quijote", Graham Greene nos transporta a la España de la Transición a través de un viaje quijotesco que se convierte en un profundo debate sobre la fe, la ética y las creencias personales. La novela sigue las andanzas del padre Quijote, un humilde cura de El Toboso, y su compañero de aventuras, Enrique Zancas, un ex alcalde comunista. Juntos, emprenden un recorrido por tierras españolas a bordo de un viejo SEAT 850, el moderno Rocinante, donde enfrentan molinos que, en esta ocasión, son encarnados por la siempre vigilante Guardia Civil.
La relación entre Quijote y Zancas es el eje central de la novela, un reflejo de los debates entre el catolicismo y el marxismo, pero que pronto se revela como una discusión más íntima y personal sobre la naturaleza de la fe. Greene, con su característico estilo, nos presenta un diálogo que no solo es político, sino también espiritual, explorando cómo las creencias dan forma a las vidas de los hombres.
El padre Quijote, al igual que su homónimo cervantino, es un personaje que combina sabiduría e ingenuidad. Su fe lo lleva a cuestionar y desafiar las normas establecidas, creando situaciones a menudo cómicas y embarazosas, pero siempre significativas. Enrique Zancas, su Sancho Panza contemporáneo, aporta una perspectiva opuesta pero complementaria, enriqueciendo el viaje con sus propias convicciones y experiencias.
A medida que avanzan en su odisea, los personajes se enfrentan a diversos desafíos que reflejan tanto los cambios sociopolíticos de España como las eternas cuestiones humanas. Greene utiliza esta travesía para reflexionar sobre la fe, no solo como un concepto religioso, sino como un pilar fundamental de la identidad humana y su capacidad para ofrecer consuelo y dirección en tiempos de incertidumbre.
Inspirándose en la obra y personajes de Cervantes, Greene logra una novela que es a la vez homenaje y reinvención. "Monseñor Quijote" invita al lector a un viaje que trasciende el contexto histórico, explorando temas universales con humor y profundidad. Al final, más que un enfrentamiento entre ideologías, la obra es una celebración de la búsqueda personal de la verdad y el sentido, un viaje que continúa resonando en la vida de cada lector.