"No es amor", la última novela de Ali Hazelwood, nos sumerge en un emocionante entrelazamiento de amor y ciencia, donde los límites éticos y personales son puestos a prueba. Rue Siebert, una ingeniera biotecnológica dedicada y competente, ve cómo su vida profesional se tambalea cuando Kline, la prometedora empresa para la que trabaja, enfrenta una adquisición hostil por parte de una corporación rival, liderada por el enigmático y atractivo Eli Killgore.
Eli, un hombre acostumbrado a conseguir todo lo que desea, encuentra en Rue a su más grande desafío. A pesar de las reglas no escritas que prohíben su relación, la atracción entre ellos es inevitable y pronto se ven envueltos en una relación secreta y apasionada, marcada por un plazo fatal: el cierre del trato empresarial que podría separarlos definitivamente.
La novela explora no solo las dinámicas del poder y la ambición, sino también temas más profundos y personales. Rue, con un pasado familiar difícil y luchas contra trastornos alimenticios, y Eli, cargando su propio bagaje emocional y la responsabilidad de ser un buen hermano, son personajes complejos cuyas vulnerabilidades y fortalezas se desnudan ante el lector.
Si bien la trama amorosa se desarrolla entre altibajos, y la subtrama de conspiración dentro de la empresa puede resultar previsible sin una resolución totalmente satisfactoria, es el desarrollo de los personajes y su pasado lo que sostiene la narrativa. Los personajes secundarios, aunque interesantes, quedan en ocasiones en el limbo, sugiriendo posibles futuras exploraciones en obras posteriores de Hazelwood.
Con "No es amor", Hazelwood intenta mantener la esencia de sus historias anteriores, aunque algunos fans pueden encontrar esta entrega menos emocionante en comparación con sus éxitos previos. Sin embargo, sigue ofreciendo una lectura que combina elementos de romance y drama con un trasfondo significativo y contemporáneo, ideal para aquellos que buscan historias de amor no convencionales enmarcadas en el mundo de la ciencia y la empresa.