Ocho mortales poseídas, una obra de Tennessee Williams editada por Alba Editorial, compila seis relatos intensos y provocativos escritos a principios de la década de 1970, además de uno más antiguo datado en 1944. Este libro, que consta de 140 páginas y está traducido al español por Pilar Giralt Gorina, sumerge al lector en un universo donde predominan personajes femeninos complejos y atormentados, cada uno enfrentando a su manera la "conspiración de mediocridad" del mundo y la ineludible realidad de la mortalidad.
Williams, conocido por su capacidad para explorar las profundidades de la psique humana y la sociedad, utiliza en estos relatos un tono a menudo mordaz y un humor grotesco para pintar la vida de estas ocho mujeres. Desde solteronas obsesionadas con la muerte hasta figuras excéntricas como la principessa Lisabetta von Hollensaltz-Casalinghi, que desfila desnuda contemplando la vida y la muerte con una perspectiva peculiar sobre el deseo y el sexo, cada historia es un estudio meticuloso del deseo y la desesperación.
El relato de "La señorita Coynte de Greene", por ejemplo, muestra a una mujer que, como una mantis religiosa, consume la vida de sus amantes en un ciclo insaciable de pasión y destrucción. Mientras tanto, "Sabbatha y la soledad" retrata la vida de una artista que enfrenta la fugacidad de la fama y la inminencia de una muerte solitaria, reflejando la fragilidad del éxito y la aceptación social.
En "Completada", Williams explora lo absurdo a través de la señorita Rosemary McCool, quien está por celebrar su entrada en sociedad con una peculiar preocupación personal que se resuelve de manera inesperada y simbólica, ilustrando la extrañeza y el humor en situaciones de la vida cotidiana. El último relato, una ensoñación sobre la muerte, es un cierre poderoso que refleja la aceptación y la transformación como temas centrales, llevando al lector a reflexionar sobre la liberación final que llega con la muerte.
Con Ocho mortales poseídas, Tennessee Williams no solo entretiene sino que también desafía al lector a enfrentar temas esenciales de la existencia humana, utilizando un lenguaje que oscila entre lo procaz y lo poético, lo cual es característico de su estilo narrativo único. Este libro no solo es una lectura obligatoria para los admiradores de Williams, sino para cualquiera que se atreva a explorar las profundidades de la condición humana a través de historias cortas que son tan perturbadoras como iluminadoras.