Pascua y naranjas, escrita por Manuel Vicent y publicada por primera vez en 1967 tras haber obtenido el Premio Alfaguara en 1966, es una obra que se ha destacado como uno de los títulos más emblemáticos de la novela española de los años sesenta. Ambientada en un pequeño pueblo costero, esta novela se desarrolla a lo largo de cinco días, comenzando en Domingo de Ramos y concluyendo en Viernes Santo, explorando la colisión y convivencia entre dos esferas de la vida española durante la Semana Santa.
La narrativa se centra en la vida cotidiana de los habitantes del pueblo, quienes están profundamente involucrados en las celebraciones religiosas de la Semana Santa. Paralelamente, se presenta el mundo de los veraneantes, principalmente jóvenes en bikinis y turistas que buscan escapar de la rutina diaria, inmersos en actividades lúdicas y superficiales. Este contraste entre la devoción de los locales y la frivolidad de los visitantes sirve como telón de fondo para una narrativa rica en simbolismo y crítica social.
Uno de los momentos clave de la novela ocurre durante el oficio de Jueves Santo, cuando varios hombres del pueblo se niegan a participar en el lavatorio de pies. Esta negativa lleva a la incorporación de auténticos mendigos en la ceremonia, un giro que no solo desafía las normas sino que también subraya la hipocresía y las desigualdades presentes en la sociedad. A través de este acto, Vicent pone en evidencia la tensión entre las "pobrezas oficiales", aquellas aceptadas y normalizadas por la iglesia y la sociedad, y la pobreza real, cruda y a menudo ignorada.
Con una prosa que ya destilaba el talento que lo consolidaría como uno de los narradores contemporáneos destacados de España, Vicent en Pascua y naranjas no solo cuenta una historia, sino que también ofrece una sátira incisiva de los valores tradicionales y los "grandes principios". La novela se cierra con una reflexión poética y desafiante sobre la religión y la sociedad, dejando al lector con una visión más compleja de la piedad y la humanidad.
Pascua y naranjas es una lectura recomendada para aquellos interesados en explorar las profundidades de la cultura española, las tensiones entre tradición y modernidad, y la habilidad de Vicent para entrelazar crítica social con narrativa literaria. Aunque no es considerada su mejor obra, sí anticipa el calibre de escritura que caracterizaría sus trabajos posteriores como Tranvía a la Malvarrosa, Son de mar, y León de ojos verdes.