En "Personas Decentes", una novela policíaca ambientada en el tumulto de La Habana del 2016 durante la histórica visita de Barack Obama, Leonardo Padura nos sumerge en una compleja trama de crímenes y misterios que desafían al exdetective Mario Conde. Con la isla alborotada por eventos internacionales de gran calibre, como el concierto de los Rolling Stones y un desfile de Chanel, la aparición del cadáver de un exdirigente gubernamental, conocido por su despiadada censura durante la Revolución, convoca a Conde de vuelta al ruedo investigativo. Su pesquisa lo lleva a descubrir una red de antiguos enemigos del fallecido, artistas y creativos que sufrieron bajo su tiranía.
La investigación toma un giro inesperado con el hallazgo de un segundo cadáver, asesinado de manera similar. Conde, con su astucia característica, debe descifrar si ambos casos están conectados y qué oscuros secretos se esconden detrás de estas muertes. Paralelamente, Padura nos transporta a 1910 con una historia que Conde escribe sobre La Habana, en aquel entonces llamada la Niza del Caribe. Este relato histórico cuenta el enfrentamiento entre Alberto Yarini, prominente figura de los bajos fondos, y su rival francés Lotot, tejiendo una narrativa que sorprendentemente se conecta con los eventos del presente.
Con una maestría narrativa que ha sido aplaudida por la crítica, Padura entrelaza estos dos períodos creando un vívido contraste entre el pasado colonial y el presente revolucionario de Cuba. "Personas Decentes" no solo es una investigación sobre crímenes, sino también un profundo análisis del concepto de decencia en una sociedad donde la supervivencia a menudo implica cruzar líneas morales. La novela explora la ironía de actos ilegales cometidos por personas decentes y actos legales llevados a cabo por quienes carecen de decencia.
A través de las páginas de "Personas Decentes", Padura celebra la amistad y la lealtad en la figura de Mario Conde y sus compañeros de juventud, mientras ofrece una crítica social y política de una Cuba en constante cambio y desafío. Esta obra se destaca no solo como un emocionante thriller policíaco, sino como una reflexión sobre la historia, la cultura y la identidad cubana, afirmando una vez más a Padura como uno de los grandes narradores de la literatura latinoamericana actual.