"La pobre señorita Finch", escrita por Wilkie Collins y publicada en entregas entre 1871 y 1872, sumerge al lector en un cautivante relato de amor, engaño y redención a través de los ojos de una narradora excepcional, Madame Pratolungo. Esta dama francesa, fervorosamente republicana y exrevolucionaria, encuentra un nuevo propósito como profesora de piano y compañera de la señorita Finch, una joven ciega desde nacimiento, descrita como tan franca como intrépida.
La trama se despliega en un momento crucial para la señorita Finch, quien se somete a un tratamiento médico que le promete la recuperación de la vista. En medio de este proceso, se ve envuelta en una compleja red de mentiras y engaños, orquestada por dos hermanos gemelos enamorados de ella. La rivalidad entre estos hermanos no solo afecta sus relaciones personales, sino que también se convierte en el eje central de una serie de conspiraciones y manipulaciones que buscan influir en los sentimientos y percepciones de la señorita Finch.
A medida que la señorita Finch comienza a recuperar la vista, enfrenta el desafío de reconciliar su percepción visual recién adquirida con su conocimiento previo del mundo, basado en el tacto y en otros sentidos. Este conflicto interno es explorado por Collins con una aguda percepción de la psicología humana, anticipando conceptos modernos sobre la percepción sensorial y la psicología cognitiva.
La obra, aunque critica en ocasiones por su extensión y por el desarrollo prolijo de ciertos episodios secundarios, es rica en detalles que construyen una atmosfera narrativa envolvente. Collins aprovecha esta minuciosidad para ofrecer críticas irónicas a la sociedad victoriana y desarrollar complejos matices psicológicos en sus personajes. La precisión estilística del autor, bien mantenida en la traducción al español, hace que la novela resulte entretenida a pesar de algunas debilidades en la trama.
En última instancia, "La pobre señorita Finch" es un estudio sobre la culpabilidad, la incoherencia y la búsqueda de la verdad en un mundo lleno de ilusiones y realidades distorsionadas. Es una historia que no solo entretiene, sino que también invita a la reflexión sobre la naturaleza del amor, la percepción y la identidad personal ante los inesperados giros de la vida.