En la obra epistolar "¿Por qué la guerra?", Albert Einstein y Sigmund Freud exploran una de las cuestiones más profundas y perturbadoras de la humanidad: la naturaleza y la prevención de la guerra. Este intercambio de cartas, iniciado en julio de 1932 por Einstein y provocado por el ascenso de las ideologías fascistas en Europa, busca descifrar si es posible erradicar la amenaza perpetua de la guerra de la experiencia humana.
Einstein, profundamente preocupado por los horrores recientes de la Primera Guerra Mundial y la creciente tensión en Europa, plantea a Freud, reconocido como un profundo conocedor de la psique humana, interrogantes cruciales sobre cómo dirigir el desarrollo psíquico humano para hacerlo resistente a los impulsos destructivos y al miedo. Su pregunta central es si existe un método para "liberar a los seres humanos de la fatalidad de la guerra".
Freud responde a estas inquietudes con un análisis detallado de la psicología del comportamiento humano y la violencia. Comienza discutiendo la relación entre derecho y fuerza, o más específicamente, violencia, mostrando cómo el derecho surge históricamente de la violencia. Explica cómo los conflictos entre humanos, al igual que en el reino animal, se resuelven inicialmente mediante la fuerza física, que eventualmente se ve complementada y luego reemplazada por el uso de armas y estrategias, donde la supremacía intelectual comienza a suplantar a la fuerza bruta.
Freud también aborda el proceso por el cual la violencia se transforma en derecho, un sistema que busca regular la vida en sociedad y limitar la expresión de la violencia física. Sin embargo, señala que el derecho por sí solo no es suficiente para contener la agresividad inherente al ser humano, la cual puede manifestarse de formas más sutiles o ser reprimida, solo para resurgir más tarde.
La correspondencia entre estos dos grandes pensadores no solo refleja sus preocupaciones y esperanzas para la humanidad sino que también ofrece una profunda reflexión sobre la naturaleza humana y las estructuras sociales. A través de su diálogo, "¿Por qué la guerra?" nos invita a considerar cómo la comprensión de nuestra propia psique puede jugar un papel crucial en la prevención de los conflictos y en la promoción de una paz duradera.
