Pura anarquía, publicado en 2007 por Tusquets Editores, es una colección vibrante de dieciocho relatos cortos que destilan la esencia del humor único de Woody Allen. Este compendio, que originalmente apareció en publicaciones como The New Yorker y el New York Times, abarca una gama de situaciones absurdas y personajes extravagantes que solo Allen podría imaginar.
En uno de los relatos más destacados, nos encontramos en una Viena de finales de siglo donde Alma Mahler seduce a una serie de prominentes figuras culturales, desde Gustav Mahler hasta Ludwig Wittgenstein y Karl Popper, en un musical imaginario que solo podría concebir el ingenio de Allen. Otro relato involucra a un hombre que confía las renovaciones de su hogar a un contratista sospechosamente competente, solo para encontrarse en una serie de situaciones cada vez más hilarantes y desastrosas.
La colección también incluye una correspondencia hilarante entre el director de un campamento de verano y un padre preocupado por su hijo poco perspicaz, mostrando la habilidad de Allen para transformar escenarios cotidianos en fuente de comedia. A lo largo del libro, temas como el arte, la filosofía, y la vida cotidiana se entrelazan con un humor que oscila entre lo sutil y lo absurdo, característico de Allen.
Los títulos de los relatos, como Así comió Zaratustra y Errar es humano; flotar, divino, son un anticipo del humor y la perspectiva filosófica que Woody Allen emplea para explorar las ironías y las idiosincrasias humanas. Con influencias que evocan a Cortázar y Groucho Marx, y un toque de Samuel Beckett, Allen crea un tapestry de narrativas que, aunque ligeras en tono, ofrecen agudas observaciones sobre la condición humana.
Cada relato está impregnado del estilo narrativo rico y brillante por el cual Woody Allen es conocido, tanto en sus películas como en su escritura. Pura anarquía es una obra que apela a los aficionados de Allen y a aquellos que disfrutan del humor que desafía las expectativas y revela las absurdas realidades de la vida. Aunque no alcanza las altas cotas de la literatura, según algunos críticos, sin duda proporciona una lectura entretenida y profundamente divertida, ideal para aquellos momentos de ocio.