En "Que Dios se equivoque", Felipe Fernández del Paso nos sumerge en el vibrante y a menudo cruel mundo del estrellato a través de los ojos de Maura Montes, una actriz cuya carrera en Hollywood y Broadway, una vez resplandeciente, ahora busca desesperadamente resurgir de las cenizas. Maura, con el corazón palpitante, aguarda una llamada que podría marcar su regreso triunfal al cine, un mundo que ha visto tanto su ascenso estelar como su caída en desgracia.
Mientras espera, los recuerdos inundan su mente: los días gloriosos bañados en aplausos, las luces deslumbrantes de los letreros de Hollywood, las lujosas premieres y las alfombras rojas donde ella desfilaba con la elegancia de una verdadera diva. Maura rememora a Brayan, su asistente personal y confidente, quien le dio el nombre con el que se haría famosa. También evoca los titulares que una vez la celebraron, su romance con un magnate del petróleo, y su dependencia del bisturí en busca de la eterna juventud.
El relato destaca cómo el deseo de Maura por volver a ser el centro de atención la lleva a enfrentarse a un rechazo devastador que culmina en un acto de violencia dramático, un disparo que resuena con la promesa de devolverle la fama perdida. Sin embargo, la novela no solo trata sobre la búsqueda de fama, sino también sobre el precio de mantenerla y el costo humano de la vanidad y el ego desmedidos. Fernández del Paso, con su pluma ácida e ingeniosa, explora las profundidades de la vanidad y el desenfreno que pueden catapultar a una estrella tanto hacia la cima como hacia el precipicio de las obsesiones humanas.
"Que Dios se equivoque" es una mirada íntima y crítica al detrás de escena de la vida de una estrella, un camerino donde los egos se inflan y las verdades se ocultan. A través de Maura Montes, el autor nos invita a reflexionar sobre la efímera naturaleza de la belleza y la fama, y sobre cómo, en última instancia, el tiempo cobra su factura a todos, sin importar cuán luminosos hayan sido en su apogeo.