Margarita Gayo, una luminaria de la televisión española, ve su vida dar un vuelco inesperado al recibir una carta de la revista TP. En ella, se le notifica que será galardonada con un premio a toda su carrera. Lo que debería ser un motivo de celebración, se convierte en una pesadilla para Margarita, quien interpreta este reconocimiento como un insinuación de que su tiempo en el candelero ha pasado y que es momento de retirarse.
Decidida a no dejarse relegar al olvido, Margarita emprende una serie de aventuras cómicas y desesperadas por rejuvenecer su imagen y revitalizar su carrera. Desde visitas a la clínica de su amiga Rita para tratamientos estéticos, hasta escapadas a boutiques de alta costura y un viaje a París para encontrarse con lo último de la moda de Christian Lacroix. Sin embargo, cada paso que da parece acercarla más al tipo de escándalo del que preferiría mantenerse alejada.
Complicando aún más las cosas está Luchi Lobo, una joven ambiciosa que tras ganar el título de Miss España y someterse a cirugías estéticas, ha comenzado a robarle protagonismo a Margarita en el mundo televisivo. Además, durante su estancia en París, Margarita se ve envuelta en un inesperado romance con un atractivo modelo de apenas 23 años, lo que añade más leña al fuego de los rumores y chismes que la rodean.
La trama alcanza su clímax en la noche de la entrega del premio, donde Margarita, en un discurso cargado de ironía y despecho, decide enfrentar todas las críticas y estereotipos, dedicándole su premio a todas aquellas 'aspirantes' que se enfrentan a un mundo televisivo lleno de superficialidad y competencia despiadada. Con su habitual ingenio y una pluma cargada de sarcasmo, Máximo Huerta ofrece en "Que sea la última vez que me llamas reina de la tele" una mirada satírica y mordaz sobre los entresijos de la fama, el envejecimiento en el ojo público y la lucha por mantenerse relevante en un mundo que idolatra la juventud.
