En su provocador libro ¿Quién domina el mundo?, Noam Chomsky desentraña con meticuloso detalle y argumentación las políticas y prácticas que han puesto a Estados Unidos en el centro del poder global, cuestionando la sostenibilidad y la moralidad de sus acciones. El texto, fiel al estilo incisivo del autor, no solo critica sino que ofrece una radiografía profunda de los peligros que estas políticas representan para la estabilidad mundial.
Chomsky argumenta que la obsesión de Estados Unidos por mantener su hegemonía global, a través de una política exterior predominantemente militarista, no solo ha desestabilizado regiones enteras, sino que también pone en riesgo los bienes comunes del planeta. Recurriendo a ejemplos como el aumento de los asesinatos por drones y la amenaza constante de guerra nuclear, el autor subraya cómo estos actos están enraizados en una lógica de dominación imperial que ignora las consecuencias humanitarias y ambientales.
El análisis se extiende a los conflictos específicos en Irak, Irán, Afganistán e Israel-Palestina, donde Chomsky expone las complicaciones y las injusticias propiciadas por la intervención estadounidense. Estos puntos críticos son presentados no solo como ejemplos de un fallo en la política exterior, sino como manifestaciones de una estrategia más amplia que busca subyugar a través del poder militar sin un claro beneficio para la población estadounidense o global.
Además, Chomsky critica duramente a las élites de Estados Unidos, describiéndolas como cada vez más aisladas de cualquier restricción democrática. El autor ilustra cómo estas élites han manipulado la política y la economía para su beneficio, fomentando un sistema donde el consumismo y la apatía se convierten en la norma para la mayoría, mientras que las corporaciones y los individuos adinerados disfrutan de una creciente libertad para actuar a su antojo.
Con una lógica implacable y un llamado a la acción, Chomsky no solo describe los problemas, sino que también insta a los ciudadanos y líderes a reevaluar y reformar estas prácticas imperiales. A través de esta obra, nos desafía a reconsiderar quién realmente domina el mundo y a qué costo, ofreciendo una perspectiva crucial para entender y, potencialmente, redirigir el rumbo de la política global en el siglo XXI.