En "Quique Hache. El Caballo Fantasma", Sergio Gómez teje una emocionante narrativa alrededor de un hecho histórico real: el legendario salto de 2,47 metros logrado por el caballo Huaso, montado por Alberto Larraguibel en 1949. Sin embargo, la novela lleva este evento a un intrigante escenario de misterio cuando los restos del famoso caballo desaparecen misteriosamente de su tumba en Santiago. La historia se centra en Quique Hache, un astuto detective adolescente, quien es llamado a resolver este enigmático caso.
La trama se despliega en un vibrante recorrido por Santiago y Quillota, revelando no solo la importancia del legado de Huaso, sino también destacando la cultura y las idiosincrasias locales. Gómez, con su característico humor y un toque de sarcasmo, construye una narrativa que equilibra la ligereza juvenil con la tensión del género de misterio, haciendo de cada página una mezcla de risas y suspense.
Quique Hache se enfrenta a una galería de personajes variopintos, desde habitantes de sectores marginados hasta agentes de élite, dibujados con un realismo que bordea la ficción. Estos personajes añaden profundidad y diversidad a la historia, enriqueciendo la trama mientras Quique sigue pistas, enfrenta peligros y descubre secretos. Cada encuentro y cada revelación llevan a Quique más cerca de la verdad detrás del robo de los restos del caballo.
Con una pluma ágil y experimentada, Sergio Gómez consigue entrelazar las vidas y las historias de todos sus personajes sin perder el hilo del misterio central. "Quique Hache. El Caballo Fantasma" es un libro que captura la esencia de una aventura juvenil, manteniendo al lector enganchado hasta la última página y dejándolo con una sensación de satisfacción y curiosidad por más aventuras de este joven detective chileno.
En resumen, esta novela no solo es un tributo a una figura icónica del deporte ecuestre, sino también una invitación a jóvenes lectores a sumergirse en un mundo donde la historia y la ficción se encuentran, creando un relato cautivador que celebra la perseverancia y la inteligencia juvenil.
