En la obra literaria "San Diego de Alcalá", Lope de Vega nos sumerge en la vida y milagros de Fray Diego de San Nicolás, más conocido como San Diego de Alcalá, un fraile franciscano del siglo XV que se convirtió en el primer hermano lego canonizado en la Orden Franciscana. Nacido en 1400 en San Nicolás del Puerto, una pequeña localidad sevillana, Diego desde joven mostró una inclinación profunda hacia la vida religiosa, consagrándose como ermitaño antes de unirse a la Orden de los Frailes Menores de la Observancia.
La narrativa de Lope de Vega detalla la vida itinerante de Diego, quien viajó extensamente a través de España, Francia e Italia, y su eventual misión en las Islas Canarias, donde llegó a ser guardián del convento. A través de su viaje espiritual y geográfico, Diego se enfrenta a desafíos y tentaciones, pero su fe inquebrantable y sus milagros, como el célebre "milagro de las rosas", fortalecen su reputación de santidad entre la gente común y la jerarquía eclesiástica.
El libro no solo explora la devoción y los actos milagrosos de San Diego, sino que también pinta un retrato vívido de la vida monástica en el siglo XV y del proceso de canonización en la Iglesia Católica, culminando con la canonización de Diego por el Papa Sixto V en 1588. Esta obra también destaca la importancia de San Diego como patrono de los hermanos legos franciscanos, celebrando su vida como un ejemplo de humildad, servicio y devoción incondicional.
"San Diego de Alcalá" de Lope de Vega no solo es una biografía de un santo, sino también una exploración del significado de la fe y la santidad. La prosa de Vega, enriquecida con diálogos poéticos y descripciones detalladas, captura el espíritu de una época y de un hombre cuya vida sigue inspirando a muchos hasta la fecha.