En la encantadora y misteriosa ciudad de Venecia, la aclamada soprano Flavia Petrelli se enfrenta a un admirador que ha cruzado peligrosamente la línea entre la devoción y la obsesión. Mientras Petrelli encanta al público con su interpretación de Tosca en el icónico teatro La Fenice, comienza a recibir un aluvión de rosas amarillas y regalos extravagantes. Sin embargo, lo que al principio parece ser un gesto de adoración pronto se torna siniestro cuando amigos y conocidos de la diva comienzan a sufrir ataques misteriosos.
Ante estos alarmantes eventos, entra en escena el comisario Guido Brunetti, viejo amigo de la infancia de Petrelli y veterano en resolver crímenes en la laberíntica Venecia. Brunetti, conocido por su astucia y humanidad, se ve obligado a sumergirse una vez más en el lado oscuro del glamoroso mundo de la ópera. La investigación lo lleva a explorar no solo el pasado de Petrelli, sino también las envidias y rivalidades que se esconden detrás de las cortinas del escenario, revelando las presiones a las que están sometidos los artistas en su búsqueda de perfección y reconocimiento.
Mientras Brunetti se adentra en el caso, la artista reflexiona sobre la naturaleza de sus seguidores, reconociendo que "los fans son fans: nunca son amigos", una declaración que resuena con un tono de resignación y cautela. La trama, aunque sencilla y centrada en un reducido grupo de cinco personajes, se desenvuelve en un contexto lleno de tensión y drama, propio de una producción operística, donde cada personaje juega un papel crucial en el desenlace de los eventos.
Sangre o amor, sin ser la obra más destacada de Donna Leon, sigue ofreciendo una ventana a las complejidades del alma humana a través de la lente de la vida veneciana y la profunda introspección de Brunetti. Aunque algunos lectores de la saga puedan encontrarla menos intensa en comparación con otras novelas, la fascinación por los pensamientos del comisario y su interacción con el entorno veneciano sigue siendo un deleite para los sentidos. Con esta nueva entrega, Leon no solo explora la obsesión y la admiración, sino que también invita a reflexionar sobre la delgada línea que separa el amor de la posesión, todo bajo la sombra de la bella y etérea Venecia.