"Sed", la última obra de Amélie Nothomb, nos sumerge en una audaz reinterpretación del Nuevo Testamento a través de la voz narrativa de Jesús mismo. Este libro, que desafía las fronteras entre novela y ensayo, explora los matices de la vida, muerte y resurrección de Cristo, un tema omnipresente en la cultura occidental, ya sea desde la fe o el agnosticismo. Nothomb, con su característico estilo provocador, no busca escandalizar sino invitar a la reflexión sobre estas narrativas tan arraigadas en nuestra memoria colectiva.
La estructura de "Sed" se divide en tres partes fundamentales que siguen un esquema clásico occidental. En la primera, Jesús reflexiona sobre su vida y milagros mientras espera el juicio que culminará en su crucifixión. Esta sección está llena de flashbacks que nos llevan a momentos clave, como sus interacciones con María Magdalena, su madre y su padre celestial. La segunda parte describe con intensidad la crucifixión, presentada no solo como un tormento físico, sino como un espacio para la introspección dolorosa y el recuerdo. Finalmente, la tercera parte se centra en el significado de la resurrección y la perpetuidad de aquellos que han partido de este mundo.
A través de este esquema, Nothomb despliega una narrativa que oscila entre el relato y el ensayo filosófico. Los últimos capítulos son particularmente reflexivos, abandonando casi completamente la forma narrativa para sumergirse en consideraciones sobre la naturaleza humana desde la perspectiva de un Dios encarnado. Este enfoque ofrece una fresca introspección sobre doctrinas tradicionales y presenta un Jesús que cuestiona el dualismo occidental de bien contra mal y vida contra muerte.
Además, "Sed" dialoga con otras reinterpretaciones literarias de la figura de Jesús, como "El Evangelio según Jesucristo" de José Saramago y "El hombre que murió" de D. H. Lawrence, pero se distingue por su enfoque ensayístico y su uso del monólogo interior. Nothomb, al igual que Saramago, utiliza la primera persona para explorar los pensamientos más íntimos de Jesús, lo que puede considerarse transgresor dentro de los cánones del cristianismo.
La prosa de Nothomb es incisiva y a menudo teñida de un humor negro que desafía nuestras percepciones establecidas sobre la divinidad y la espiritualidad. "Sed" no es solo una obra sobre Jesús; es un desafío a reconsiderar las estructuras con las que entendemos el mundo y nuestra propia existencia. Con este libro, Amélie Nothomb continúa su exploración de temas complejos y polémicos con la audacia y la agudeza que caracterizan su obra.
